Los Airpods Pro de última generación ya han sorprendido al mundo con sus increíbles capacidades para reducir el sonido ambiente y ofrecer un sonido de calidad. Incluso hemos visto cascos capaces de traducir a tiempo real conversaciones en otros idiomas. Pero lo que nos espera dentro de no tanto es ciertamente increíble. Repasamos cómo serán los cascos del futuro.
¿De qué son capaces los cascos inalámbricos?
Imagina que estás en un restaurante con mucho ruido, que te impide escuchar la conversación de las personas con las que estás cenando. Con un solo gesto, puedes hacer que todo se quede en silencio y solo escuchar las voces de tus amigos. Pero imagina que tus amigos están hablando en otro idioma. Con esta tecnología podrás traducir a tiempo real lo que están diciendo y participar en la conversación. Parece ciencia ficción, pero es algo que ya se puede hacer. En una charla TED que ha salido esta semana, Jason Rugolo ha presentado un prototipo del primer ordenador de audio. Mediante una interfaz basada en el control por voz, estos cascos son capaces de hacer todas estas cosas y más. Durante su discurso, los lleva puestos y demuestra cómo funcionan. Igual que si estuviese hablando con un asistente de voz, le pide que le ofrezca consejos o que le mande un mensaje a un familiar.
¿Cómo serán los cascos inalámbricos en unos años?
Más allá de poder viajar en el metro o en un avión como si estuvieses solo, o hacer que el molesto sonido de un bebé desaparezca, ¿a dónde nos lleva esta tecnología? Pues como ya comentamos en nuestro post sobre la computación espacial y el ambient computing, quizás el objetivo es dejar las pantallas atrás. La magia reside en imaginar un futuro en el que todo el mundo pueda estar disfrutando de la tecnología sin tener una pantalla en todo momento delante. Imágenes como las de París en nochevieja nos hacen reflexionar sobre la presencia de las pantallas en nuestras vidas. Están en todas partes. Incluso sin que nosotros queramos que así sea, nos vemos horas detrás del brillo artificial ya sea por nuestro trabajo o para compartir los mismos pasatiempos. Pero la tecnología que creamos podemos hacer que se adapta a lo que verdaderamente queremos y necesitamos.
Los cascos inalámbricos ahora mismo los concebimos como accesorios a nuestros dispositivos. Pero muy pronto van a ser capaces de ser pequeños ordenadores. Gracias al control por voz nos podremos olvidar de los teclados, y gracias a la IA de tener que realizar casi ningún esfuerzo para que la tecnología haga lo que queremos. El objetivo es lograr que nos podamos comunicar con la tecnología de forma casi instantánea, y que sea capaz de predecir lo que necesitamos. Por el momento, hemos visto solo la punta del iceberg de esto con Siri o Alexa. Según los modelos de lenguaje natural mejoren, muy pronto podremos charlar con nuestros dispositivos como si fuesen personas. Pero en el largo plazo, vamos a ver que los ordenadores van a poder descifrar lo que pensamos con insólita precisión. Mediante las mediciones biométricas, podrán detectar cambios en nuestra presión o en nuestras pulsaciones para anticiparse a lo que necesitemos. Los cascos podrán automáticamente silenciar ruidos que nos resulten molestos para que no tengamos que volver a escucharlos jamás. ¿Pero la escucha selectiva no es acaso uno de los mayores problemas? ¿Qué sucede si decides no volver a escuchar a alguien? Suena muy Black Mirror.