Desde hace un tiempo, la batalla entre la UE y los gigantes tecnológicos de Silicon Valley se ha recrudecido. Hoy, los 27 han anunciado que Facebook e Instagram no podrán hacer anuncios en base al comportamiento de los usuarios. Pero Meta tiene la intención de lanzar una versión de pago de sus redes donde poder evitar este tipo de anuncios, y ya de paso eludir a los reguladores.
Facebook e Instagram de pago
Hasta ahora, Meta utilizaba la información personal de sus usuarios recogida en Facebook e Instagram para realizar anuncios teledirigidos en base a su comportamiento. Pero la UE no va a permitir que esto siga sucediendo con los usuarios europeos, y ha marcado un límite de dos semanas para que la empresa de Zuckerberg cese esta práctica. Aunque Meta no tiene ninguna intención de cumplir con esta regulación, ya que se trata de uno de los pilares de su modelo de negocio: los anuncios personalizados. Por esta razón, para eludir la legislación europea, Meta se está apresurando para lanzar cuentas de pago en Facebook e Instagram donde no recibas este tipo de anuncios. Es decir, pagar por preservar tu privacidad y tus datos. La jugada resulta retorcida teniendo en cuenta que la gran mayoría de usuarios no va a pagar por esto y que sería una manera de engañar la nueva regulación. Meta se puede lavar las manos diciendo que no obligan a nadie a consentir la extracción de datos, ya que los usuarios siempre pueden pagar si les resulta un problema que la plataforma use su información.
Con la nueva medida, Meta debe dejar de lado la publicidad segmentada. Esta permite a los anunciantes impactar a sus usuarios con anuncios de productos o servicios en los que ya hubieran mostrado interés o afinidad. En su lugar, Facebook e Instagram tendrían que pasar a hacer publicidad contextual, basada en los contenidos junto a los que se muestra. Con el mismo método que la publicidad tradicional de la televisión, radio o prensa escrita, tendrían que estudiar cuál es el público habitual de cada tipo de contenido. Para evitar que usen tus datos, Meta propone que los usuarios pagen 10 euros mensuales para usar Facebook o Instagram en su versión web, y 13 en su versión móvil (la que usa la gran mayoría de sus usuarios). Para usar tanto Facebook como Instagram de esta forma, el precio es de 16 euros mensuales ambas. Meta ya ha trasladado esta información a los reguladores de la UE que se encuentra estudiando la estrategia de la compañía. Veremos si el Comité de Protección de Datos Europeo se conforma con obligar a Meta a crear una nueva línea de suscripciones.
Meta en el punto de mira
Por si no fuese suficiente, hace una semana la empresa de Zuckerberg fue demandada en 41 estados de EEUU por su forma de explotar y manipular a los más jóvenes mediante sus algoritmos. Pese a que la compañía siempre ha defendido que sus plataformas son seguras también para los niños, las evidencias científicas podrían demostrar que son la razón detrás de muchos trastornos y problemas psicológicos. Pero en lo que se refiere a la protección de datos, la UE es la que está liderando la oposición contra la multinacional que cuenta con billones de usuarios. En plena tensión entre ambas partes, Meta no ha dudado en amenazar con retirar su servicios de toda la región Europea, lo cual supondría perder a millones de usuarios y su alto poder adquisitivo. Pero está claro que la discusión va más allá de los números. Ambas partes tienen la intención de establecer un precedente en lo que respecta a ponerle límites a las redes sociales. Meta teme que una regulación así pueda poner en peligro su principal atractivo para los anunciantes. Y la UE, contra todo pronóstico, parece estar siendo la única entidad capaz de plantar cara a las tecnológicas, no solo con respecto a la privacidad de los usuarios, sino también con el desarrollo de la IA.