La tecnología biométrica ya ha llegado a los aeropuertos españoles. Esto puede ser una buena noticia para los que viajan a menudo y están acostumbrados a los tediosos controles. Gracias al reconocimiento facial, ya no es necesario presentar ni el pasaporte ni el billete de avión. Te contamos con detalle cómo funciona este nuevo sistema y dónde lo puedes probar ya mismo.
Los primeros aeropuertos con reconocimiento facial en España
La tecnología biométrica lleva unos años progresando, por ejemplo siendo utilizada para desbloquear nuestros teléfonos móviles o realizar pagos mediante Face ID desde 2017. Pero Vueling se ha convertido en la primera aerolínea comercial en aplicar esta tecnología para agilizar el proceso de embarque. Tras un proyecto de prueba entre Barcelona y Málaga, el pasado mes de noviembre se empezó la instalación de este sistema biométrico en cinco aeropuertos españoles: Josep Tarradellas Barcelona-El Prat, Adolfo Suárez Madrid-Barajas, Palma de Mallorca, Menorca e Ibiza. Muy pronto también estará disponible en los aeropuertos de Tenerife Norte y Gran Canaria. Mediante la app o las pantallas en el aeropuerto, uno puede realizar el embarque con el reconocimiento facial rápidamente en el momento de hacer el check-in. A continuación, al cruzar las puertas de embarque y los controles de seguridad, cámaras equipadas con sensores biométricos permitirán monitorizar la entrada de viajeros.
El futuro y las implicaciones del recononcimiento facial en aeropuertos
La intención de Vueling es que se convierta en el sistema preferido por la mayoría de los pasajeros y de esta forma puedan agilizar enormemente el proceso de embarque. En teoría, sería posible evitar así las grandes colas y retrasos tan inoportunos que se viven en muchos aeropuertos, sobre todo en temporada alta. Sin embargo, los controles biométricos para algunos también presentan ciertas preocupaciones sobre la seguridad de sus datos privados. Según asegura AENA (la empresa pública española que gestiona los aeropuertos españoles, acrónimo de Aeropuertos españoles y navegación aérea) los datos biométricos nunca salen de su base de datos. Solamente podrían acceder a estos datos las fuerzas de seguridad del estado, con el fin de preservar la seguridad pública. Es decir, estos sistemas podrían también optimizar la detección de criminales en aeropuertos y su detención antes de escapar del país. Sin embargo, es cierto que este sistema también nos recuerda a las grandes distopías. Completamente digno de un capítulo de Black Mirror.