Hace solo unos días, Elon Musk presentó una demanda contra OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT que él mismo ayudó a crear. La razón es que el magnate considera que OpenAI está incumpliendo su misión original, que era desarrollar la IA de forma segura para ayudar a la humanidad, y que ahora lo está haciendo para obtener beneficios. Parece que la polémica vuelve a estar en la puerta de la empresa de Sam Altman.
La demanda de Elon Musk contra OpenAI
Una vez más, da la sensación de que Musk está utilizando su posición para crear polémica. Desde que compró Twitter y lo convirtió en X, parece que su estrategia consiste en sorprender con este tipo de acciones. El lado de la historia de Musk es el siguiente: ha demandado a Sam Altman y los demás directivos de OpenAI debido a que están incumpliendo los acuerdos contractuales sobre los que se fundó la compañía. Originalmente, él mismo concibió con ellos OpenAI en 2015 como una forma de contrarrestar la amenaza competitiva de Google. Además, el acuerdo fundacional se comprometió a mantener su tecnología abierta al público. Como su propio nombre indica. Musk asegura que tras aliarse con Microsoft, OpenAI ha abandonado este modelo en busca de la obtención de beneficios. La compañía tecnológica más grande del mundo, fundada por Bill Gate ha invertido más de 13 billones de dólares en OpenAI. Para Musk, esto la ha convertido en su subsidiaria, y ha hecho que estén desarrollando la AGI con fines perversos.
De acuerdo a la demanda, Musk ha donado más de 44 millones de dólares a OpenAI entre 2016 y 2020. De hecho, en los primeros años de la empresa él fue el mayor contribuyente, asegura. En 2018, Musk dejó la mesa directiva de OpenAI, pero ha dicho que le contactaron para ser parte de la nueva rama en busca de ganancias. Él se habría negado a participar por un tema de principios. Esto también es una de las razones por las que ha creado Grok, una alternativa para ChatGPT. No podemos descartar que Musk esté tratando de sabotear a su competencia, pero es cierto que el cambio en el modelo de OpenAI puede ser preocupante. Musk denuncia que OpenAI esté bajo el control de Microsoft, lo cual perjudica la democratización de la competencia en torno a la IA. Y aunque suene catastrofista, el desarrollo de la AGI es un asunto muy delicado. Estamos hablando del momento en que la IA sea verdaderamente superior en inteligencia a los humanos. Si OpenAI logra desarrollarla, conviene que sea en busca de lo mejor para la humanidad, y no para ganar ingentes cantidades de dinero. El objetivo de la demanda es que OpenAI no pueda monetizar esta tecnología. Y denunciar los cambios que se han llevado a cabo, porsupuesto.
El cambio en la trayectoria de OpenAI, sin duda tiene que ver con el despido y regreso de Sam Altman, que tuvo como consecuencia el cambio casi total de los integrantes de la mesa directiva. Esto también aparece en la demanda de Musk. La pregunta es si Elon está actuando por interés personal o verdaderamente busca evitar el control de Microsoft sobre una tecnología tan delicada.
La respuesta de OpenAI
La defensa por parte de OpenAI ante las acusaciones de Musk con su demanda no se ha hecho esperar. Sam Altman ha desestimado la demanda y ha indicado que Musk no tuvo una influencia tan importante en el desarrollo de OpenAI. La compañía solo habría recibido unos 45 millones de dólares por parte de Musk, pese a que se comprometió a invertir hasta 1 billón de dólares. Actualmente, OpenAI ha crecido hasta convertirse en la empresa líder en IA, con un valor estimado de más de 80 billones. Según argumenta OpenAI, al centrarse en desarrollar la AGI, están incurriendo en unos gastos billonarios de investigación, lo cual justifica el cambio en su modelo de negocio para maximizar beneficios. Pero también han revelado que con este cambio comenzaron las discrepancias con Musk. Al parecer, en esta discusión Musk quería unir OpenAI con Tesla, o tener el control completo de la compañía. Con este planteamiento, Tesla habría sido la que invirtiese todo el dinero necesario. Cuando no logró que OpenAI se convirtiese en lo que tenía planeado, decidió crear Grok para cumplir su intención.
Por lo tanto, según la historia de OpenAI, Musk trató de quedarse con el control de la compañía y al no lograrlo abandonó su directiva. Además, ellos aseguran que están tratando la AGI con el cuidado necesario y trabajando para que la IA tenga un impacto positivo en muchos lugares del mundo, como India o Kenya. Argumentan también que volver sus desarrollos menos transparentes es algo necesario según la tecnología se ha vuelto tan poderosa. En la respuesta de OpenAI, también mencionan que: “lamentamos que haya llegado a este punto con una persona a quien hemos admirado profundamente, que nos inspiró a tener mayores aspiraciones, que luego nos dijo que íbamos a fracasar, creó un competidor y nos demandó cuando comenzamos a realizar avances significativos para cumplir nuestros objetivos sin él”. Desde luego, el tono demuestra el drama que se está viviendo en torno a esta demanda. La cuestión es que pese a que parece una discusión superficial, lo que está en juego es el futuro de una tecnología que sin duda va a seguir transformando el mundo. Por desgracia es complicado defender cualquiera de los dos puntos de vista.