Los virus informáticos han sido un puñetero peligro en el mundo digital desde los inicios de la informática moderna.
Desde simples programas diseñados para hacer tonterías sin importancia hasta sofisticados malwares capaces de paralizar infraestructuras críticas, los virus han ido desarrollándose de manera exponencial, convirtiéndose en una de las mayores preocupaciones en ciberseguridad.
Para cualquiera que gestiona sitios web, la protección contra estos virus no es solo una prioridad, sino una necesidad vital para asegurar la integridad de los datos y la continuidad del servicio.
Y , de hecho, con la Inteligencia Artificial deberíamos ver un aumento de estos ya que para crearlos también nos puede ayudar la IA. Tanto es así que incluso en mayo de 2024 en Tokio se detuvo a un tipo de 25 años, sin conocimientos especializados, bajo la sospecha de que habría usado la IA para crear un virus informático que exigía el pago de una cuantía económica. En El Mundo se hicieron eco.
El primer virus informático
El término «virus informático» fue usado por primera vez en 1983 por Fred Cohen, quien lo definió como un programa capaz de infectar otros programas al modificarlos, lo que lleva a la creación de copias del virus en cuestión.
El primero conocido fue el Morris Worm, lanzado en 1988 por un estudiante de la Universidad de Cornell, Robert Tappan Morris. Este gusano se propagó a través de Internet, causando una ralentización masiva de las redes y marcando el inicio de lo que se convertiría en una larga historia de amenazas cibernéticas.
La lista de los virus informáticos más peligros de la historia
Nombre del virus | Año |
---|---|
Morris Worm | 1988 |
ILOVEYOU | 2000 |
Mydoom | 2004 |
Stuxnet | 2010 |
WannaCry | 2017 |
NotPetya | 2017 |
Morris Worm (1988)
El Morris Worm es ampliamente reconocido como el primer gusano de Internet que logró propagarse a gran escala. Diseñado inicialmente como un experimento para medir el tamaño de la red, un error en su programación provocó que el gusano se replicara de manera descontrolada, infectando alrededor del 10% de las computadoras conectadas a Internet en aquel entonces. Este incidente subrayó la vulnerabilidad de las redes y fue un punto de inflexión en la historia de la ciberseguridad.
ILOVEYOU (2000)
El virus ILOVEYOU, también conocido como el «virus del amor», fue uno de los más destructivos en términos de alcance global. Propagado a través de correos electrónicos con el asunto «I love you», este virus logró infectar millones de computadoras en cuestión de horas. Una vez abierto el archivo adjunto, el virus sobrescribía archivos importantes y enviaba copias de sí mismo a todos los contactos del usuario infectado. Su capacidad para engañar a los usuarios con un mensaje aparentemente inocente lo convirtió en un precursor de muchas tácticas de ingeniería social utilizadas en ciberataques modernos.
Mydoom (2004)
Mydoom posee el récord del virus más rápido en propagarse en la historia de la informática. En su apogeo, Mydoom fue responsable de hasta el 25% de todos los correos electrónicos enviados globalmente. Este virus, también conocido como un gusano, tenía la capacidad de crear una red de computadoras zombis, conocidas como botnets, que podían ser utilizadas para realizar ataques DDoS (Denegación de Servicio Distribuido). Las consecuencias de Mydoom se sintieron durante años, subrayando la necesidad de sistemas de correo electrónico más seguros y políticas de filtrado más estrictas.
Stuxnet (2010)
Stuxnet es quizás uno de los virus más sofisticados y específicos jamás creados. Diseñado para sabotear las centrifugadoras utilizadas en el programa nuclear iraní, Stuxnet marcó el inicio de una nueva era en la ciberguerra. A diferencia de otros virus que buscaban causar daño generalizado, Stuxnet estaba diseñado para infiltrarse y dañar un objetivo muy específico, lo que llevó a una reevaluación global de la seguridad en infraestructuras críticas.
WannaCry (2017)
El ransomware WannaCry paralizó sistemas en más de 150 países en 2017. Utilizando una vulnerabilidad en los sistemas operativos Windows, WannaCry encriptaba los archivos de las computadoras infectadas, exigiendo un rescate en bitcoins para liberar los datos. Hospitales, empresas y organismos gubernamentales fueron algunos de los más afectados, lo que demostró cómo una única vulnerabilidad no parcheada puede convertirse en un desastre global.
Se dice que tuvo su origen en Corea del Norte. En este enlace de El País dan más info.
NotPetya (2017)
Inicialmente considerado como un ransomware, NotPetya fue posteriormente identificado como un «wiper», diseñado no solo para cifrar archivos, sino para destruir datos irreversiblemente. Su impacto fue devastador, afectando a grandes corporaciones y causando pérdidas multimillonarias. NotPetya se propagó a través de una actualización de software comprometida, lo que puso de relieve los peligros de confiar ciegamente en las cadenas de suministro de software.
Cada uno de estos virus no solo causó daños inmediatos en las redes y sistemas afectados, sino que también tuvo repercusiones a largo plazo en la industria de la ciberseguridad y en la economía global. Las pérdidas económicas derivadas de estos ataques se estiman en miles de millones de dólares, y las consecuencias operativas para las empresas afectadas fueron igualmente significativas. Además, estos incidentes han llevado a la adopción de nuevas regulaciones y mejores prácticas en la gestión de ciberseguridad.
Cómo protegerse de los virus
- Actualización habitual de Software: Asegurarse de que todos los sistemas operativos y aplicaciones estén actualizados con los últimos parches de seguridad.
- Uso de antivirus y antimalware: Implementar soluciones de seguridad de confianza que puedan detectar y eliminar amenazas antes de que causen daño. Y , SI, en MAC también hay virus.
- Educación y conciencia del usuario: Capacitar a los usuarios para que reconozcan correos electrónicos sospechosos y eviten descargar archivos de fuentes no confiables.
- Copias de seguridad: Mantener copias de seguridad regulares y actualizadas de todos los datos importantes para asegurar la recuperación en caso de un ataque.
- Implementación de firewalls y Filtrados de correo electrónico: Estos pueden prevenir que el malware ingrese a la red y ayudar a controlar el tráfico no autorizado.