Aunque parezca increíble, la exploración espacial puede no estar lejos de llegar al punto en que muchas empresas puedan apostar por este tipo de proyectos. Con el camino que están allanando las agencias privadas como SpaceX y Blue Origin, los costes de la infraestructura necesaria para poner una nave en órbita podrían ser cada vez más accesibles. Al menos esta es su intención.
Reducir los costes: la ventana para las Startups
La principal razón por la que han pasado décadas desde la primera carrera espacial en los años 60s, es que los costes para enviar cualquier cosa al espacio han sido enormes comparados con los beneficios que se pueden obtener. Por esta razón, la exploración espacial se ha visto limitada a las agencias públicas hasta estos últimos años. Y ni siquiera estas agencias, como la NASA o la EESA han tenido suficiente presupuesto para llevar a cabo grandes avances o proyectos muy ambiciosos. Sin embargo, con la aparición de grandes multinacionales capaces de amasar un patrimonio mucho más grande que el PIB de países enteros, todo ha cambiado. Si le sumamos fundadores como Elon Musk o Jeff Bezos que parecen tener un interés superlativo por el espacio, vemos la aparición de nuevas oportunidades en el sector. Lo que pretenden hacer estos magnates, es devolver al mercado y a la sociedad el interés por los viajes y la colonización espacial, ya que lo consideran un paso necesario para la humanidad. Pero su principal contribución en este campo reside en la creación de una infraestructura mucho más económica para crear cohetes.
Por un lado, Virgin Galactic, SpaceX y Blue Origin trabajan para crear naves que sean reutilizables. Hasta ahora, enviar objetos al espacio era sinónimo de gastar millones en partes del cohete que se volvían inutilizables al caer desde el espacio. Como hacer fuegos artificiales multimillonarios. Sin embargo, en el momento en que la misma nave se puede utilizar una y otra vez, esta inversión se volvería cada vez más rentable. Igual que los aviones comerciales, que son artefactos ciertamente caros pero que por su reutilización hacen que los precios de los billetes se vuelvan asequibles para la mayoría. En el caso de los cohetes, se busca que puedan tener una vida útil cada vez mayor mediante nuevos materiales, o que por el contrario, los que sean de un solo uso sean lo más económicos posible. Y mediante la investigación que están realizando en esta dirección, cabe la posibilidad de que nuevas empresas puedan ser partícipes de esta carrera espacial. El Falcon 9 de SpaceX ha logrado el récord de usar un mismo propulsor 16 veces.
El espacio al alcance de las Startups
Con el nuevo paradigma tecnológico en el que muchas empresas pueden aspirar a viajar al espacio, se abren muchas preguntas sobre los límites de su alcance. Por lo pronto, Starlink de Elon Musk ya ha puesto más satélites en órbita que el resto de agencias espaciales de todos los países del mundo. En su caso, busca permitir el acceso a internet en todo el mundo, pero los miles de satélites también suponen algunos problemas. Por ejemplo, muchos astrónomos están experimentando errores en sus mediciones y observaciones por culpa de los miles de satélites que cubren el cielo nocturno. Si más empresas empiezan a lanzar sus propios satélites, el problema no dejaría de ir en aumento. Y precisamente esto es lo que probablemente va a suceder. Entre las empresas que buscan entrar en el mercado del espacio, podemos destacar las siguientes:
1. Stoke Space
El objetivo principal de Stoke Space es desarrollar un sistema de lanzamiento que pueda ser reutilizado en su totalidad. Ha colaborado con SpaceX para lograr cohetes completamente reutilizables, apostando también por la sostenibilidad en la exploración espacial.
2. Sky Watch
Busca hacer accesibles los datos de observación espacial de la Tierra. Es decir, que sus clientes puedan acceder a imágenes por satélite por un precio asequible.
3. Rocket Lab
Ya ha logrado 17 lanzamientos orbitales con éxito, lanzando satélites e incluso proyectos de exploración a Venus. Es un fabricante de naves espaciales y ofrece sus servicios para lanzar misiones.
4. Axiom
Ha recibido el encargo de construir la próxima Estación Espacial Internacional. Allí podrán viajar al espacio profesionales de distintos campos y nacionalidades para trabajar en sus proyectos. Es decir, busca democratizar el acceso al espacio.
5. Hydrosat
Se centra en la recogida de datos por medio de satélites para luchar contra los efectos del cambio climático. Van a poder monitorizar con gran precisión los cambios en las temperaturas y la salud de la vegetación.
6. LeoLabs
Dentro de la nueva carrera espacial, la basura espacial puede suponer una gran amenaza. Esta Startup se centra en su monitorización y la organización del tráfico orbital. Algo que se va a volver esencial según haya cada vez más objetos en órbita.
7. Kepler
Tienen la ambiciosa misión de crear un internet accesible desde el espacio. En la exploración espacial, se ha vuelto imprescindible poder tener una buena comunicación con la Tierra. Por ello, están trabajando en una constelación de routers.
8. D-Orbit
Es una empresa de logística espacial, especializada en el traslado de satélites. Una vez en el espacio, cada objeto puede tener una órbita muy diferente como objetivo. Por ello, están desarrollando el equivalente a un taxi espacial.
9. Satellite Vu
También ligado a la lucha climática, esta Startup va a poder ofrecer resultados sobre la huella de carbono de cada edificio a tiempo real. Esto será posible mediante sensores satelitales.
10. Helicity Space
Por último, una de las grandes barreras para expandirse por la galaxia siguen siendo las enormes distancias. Esta empresa busca acortarlas mediante un sistema de fusión en el espacio.
El espacio, la nueva frontera
En conclusión, si las Startups centradas en el SpaceTech son capaces de triunfar en el mercado, van a poder recaudar mucho más dinero del que tenían a su alcance las agencias tradicionales como la NASA. Además, una competencia que no dejará de aumentar va a permitir la hiperespecialización en partes concretas del lanzamiento de las naves, o en servicios espaciales. En última instancia, esto va a permitir que se lleven a cabo avances y descubrimientos mucho más rápido. Al volverse rentable la exploración e inovación espacial, el horizonte de posibilidades se expande. Resulta curioso que sea el propio mercado el que vuelva a insuflarle vida al interés por el espacio. Con la nave Spaceship, de SpaceX, el objetivo es lograr que mandar un kilo de materia al espacio cueste tan solo 100 dólares. Esto resulta un hito frente al coste en 1969 de 120,000 dólares por kilo. Y con costes que puedan seguir reduciéndose gradualmente, puede que viajar fuera de la tierra sea una opción para muchos, dentro de no tanto. Algunos modelos utópcios como el ascensor espacial estiman que podría costar solo unos pocos dólares en unas décadas…