A pesar de Bard y Gemini parece que Google, por ahora, no ha llegado a ponerse a la altura de OpenAi y ChatGPT.
La herramienta de generación de imágenes de IA de Gemini recibió críticas generalizadas, lo que provocó una caída en las acciones de Alphabet.
El incidente puso de manifiesto problemas más amplios con la cultura de Google, lo que generó preocupaciones sobre lanzamientos de productos apresurados y la capacidad de la empresa para competir en la carrera de la IA.
Los analistas sugieren la necesidad de un cambio cultural dentro de Google para recuperar su dominio en el sector de la IA. A pesar de los desafíos, los negocios de publicidad digital y computación en la nube de Google continúan creciendo, pero persisten las preguntas sobre el liderazgo de Pichai para guiar a la empresa a través de un panorama digital cambiante y ultra-competitivo.
Acusaciones de ser una compañía demasiado tímida en la carrera por la IA
Algunos analistas como Ben Thompson (autor de un artículo en Stratechery muy recomendable) comentan que Google necesita un cambio importante en su cultura.
Previamente había acusado a la empresa de ser demasiado «tímida» en la carrera de la IA. Pero ahora comenta que está yendo en una dirección diferente.
Thompson señaló un ejemplo en el que se le preguntó a Gemini quién era peor, si Elon Musk tuiteando memes o Hitler. El chatbot dijo que es «difícil decir definitivamente quién tuvo un mayor impacto negativo en la sociedad». Mientras muchas decisiones del multimillonario de Tesla son cuestionables y probablemente estén en contra de los intereses de la sociedad, lo que dijo Gemini es completamente absurdo. Thompson asegura que este ejemplo significa que incluso la función de generación de texto de Gemini necesita ser desactivada.
Despidos masivos pero la misma cultura
El hecho de que la compañía haya despedido a más de 12000 empleados ya en los últimos dos años y que haya invertido 2,1 mil millones en despidos no parece que haya servido mucho a nivel de dirección y estrategia.
Esto que le está ocurriendo a Google y Alphabet, ya le ha ocurrido a otras empresas.
Cuando Steve Ballmer dirigía Microsoft la compañía perdió el tren de la revolución de los teléfonos móviles, siendo adelantada por Google y Apple, no pudiendo nunca volver a acercarse a su nivel en este mercado.
¿Le estará ocurriendo lo mismo a Apple?