¿Te imaginas llegar a una recepción en la que te atiendan dos robots con forma de velociraptores? Resulta que esto ya es una realidad en Japón, en un hotel en el que todo el personal son robots de todo tipo. Algunos son humanoides, pero otros seguro que te van a sorprender.
Henn Na Hotel en Tokio y los recepcionistas robots
Imagina que llegas a Tokio y te encuentras en la recepción a dos robots con forma de dinosaurios. Quizás te puede parecer en una primera instancia algo inesperado o incluso desagradable, pero resulta que estos dos velociraptores son de lo más simpáticos. La ciudad en general se ha vuelto un reclamo turístico por su extravagante integración de la tecnología, especialmente dentro de los hoteles. Curiosamente, también combinan esto con el interés por la milenaria cultura nipona. Henn Na Hotel significa en japonés “el hotel extraño”, y desde luego busca hacer honor a su nombre. Desde luego, llegar a la recepción y encontrarse con su equipo íntegramente formado por robots es extraño. Sin embargo, después de un viaje de muchas, muchas horas para llegar hasta la isla japonesa, igual no es lo que mejor te puede ayudar. Por ejemplo, imagina que el robot comete un error y te manda a la habitación equivocada o no es capaz de entenderte. Puede ser frustrante.
Para los que admiran la robótica y les resulta fascinante este tipo de innovación, visitar el Henn Na Hotel puede ser una experiencia inolvidable. Es una ventana a un futuro que ya se puede acariciar, pero que todavía no es perfecto.
¿Es este el futuro de la hostelería?
Lo cierto es que la automatización en el mundo de la hostelería no es algo nuevo. Desde hace unos años, no es para nada extraño encontrarse con check-ins virtuales o sin tener que interactuar con ningún humano. Los hay que incluso lo prefieren, para poder llegar e irse a cualquier hora. De la misma forma, también hemos visto restaurantes donde los camareros son unos simpáticos robots con ruedas y varias bandejas. Entonces, se podría decir que la robotización y la automatización ya son el presente de la hostelería. Sin embargo, todavía quedan muchos alojamientos que prefieren mantener a sus trabajadores de carne y hueso.
Se puede argumentar que el trato que ofrecen las personas sigue siendo infinitamente mejor que el que puede ofrecer el mejor de los robots. En el fondo, el hombre es social por naturaleza, y se siente más cómodo interactuando con otra persona, que puede resolver una situación concreta o problema utilizando la empatía y la intuición. Son precisamente las situaciones complicadas las que los huéspedes buscan resolver de la forma más humana, con un cambio de habitación o recomendación personal. Al menos por el momento, los robots no pueden competir con esto. Pero es evidente que con la IA puede llegar muy pronto a niveles impensables. Aunque para muchos, los robots ya no son una atracción divertida propia de la ciencia ficción, sino una preocupación real de cara al futuro laboral. Por esto, puede que no veamos tantos robots en la hostelería en mucho tiempo. Al fin y al cabo, no es de extrañar que a muchos les produzcan desconfianza y rechazo. Hemos visto demasiadas películas donde se vuelven contra nosotros…