Google anunció el lunes que obligará a los anunciantes a revelar si los anuncios electorales utilizan contenido alterado digitalmente para representar personas o eventos reales o realistas, como parte de sus esfuerzos para combatir la desinformación electoral.
La noticia afectará a los anunciantes y a las posibles campañas que, a todas luces, este año serán realmente agresivas por parte de los dos bandos.
Si usas "contenido alterado o sintético" en tus anuncios, tendrás que notificarlo
La actualización de los requisitos de campañas de anuncios de pago bajo la política de contenido político requiere que los anunciantes seleccionen una casilla en la sección de «contenido alterado o sintético» de la configuración de su campaña.
Google generará unos mensajes dentro del anuncio para feeds y shorts en móviles, ordenadores y televisiones. El objetivo será informar al receptor de este anuncio de el contenido alterado.
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El impacto de las fake news en las elecciones norteamericanas
El rápido crecimiento de la IA generativa, que puede crear texto, imágenes y videos en segundos, ha generado preocupaciones sobre su posible uso indebido. El aumento de los deepfakes, contenido manipulado de manera convincente para convencer a alguien, ha difuminado aún más las líneas entre lo real y lo falso.
Se intuye según muchos analistas que las deepfakes tendrán un impacto significativo en las elecciones estadounidenses de 2024, representando una seria amenaza para la integridad del proceso electoral y la confianza en las instituciones democráticas. Algunos aspectos que habrá que tener en cuenta:
- Aumento de la desinformación: Se espera un incremento en la creación y difusión de contenido falso generado por IA, como videos, audios e imágenes que imitan de manera realista a candidatos y figuras políticas.
- Interferencia extranjera: Agencias de inteligencia de EE.UU. han detectado que países como China e Irán ya han utilizado deepfakes para intentar influir en los votantes estadounidenses, y se anticipa que esta actividad se intensificará.
- Manipulación del comportamiento del votante: Las deepfakes pueden ser utilizadas para desalentar la participación electoral o influir en las decisiones de voto, como se vio en el caso de las llamadas automatizadas falsas imitando la voz de Joe Biden en New Hampshire.
- Distorsión y desgaste de la confianza pública: La proliferación de contenido falso altamente convincente puede socavar la confianza de los ciudadanos en la información que reciben y en el proceso electoral en general.
- Un reto a nivel tecnológico: La creciente sofisticación de las deepfakes hace que sea cada vez más difícil para el público y las autoridades distinguir entre contenido auténtico y falso.
- Accesibilidad de la tecnología: La facilidad y el bajo costo para crear deepfakes han democratizado su producción, permitiendo que más actores, tanto nacionales como extranjeros, puedan generar este tipo de contenido.
Si os interesa el tema os recomiendo este artículo de The Wired donde se abordó el tema del supuesto audio deepfake de Joe Biden que ocurrió a principios de año.