Pongamos que en el proceso de crear una nueva app, ChatGPT te ofrece parte del código para su programación. Mediante sencillos prompts, puedes lograr que el chatbot te detalle el código exacto que utilizar para desarrollar muy variadas funciones. Incluso si le presentas el código que usas, puede encontrar maneras de mejorarlo. Sin embargo, una vez terminado el proceso, un delicado tema podría ser un grave problema: ¿Tiene copyright el código creado por ChatGPT? Y en tal caso, ¿es legal usarlo para desarrollar apps?
Un delicado tema legal
Por desgracia, una respuesta concreta es todavía difícil teniendo en cuenta que no existe un sólido precedente legal para ningún caso similar. Con todo el contenido creado por la inteligencia artificial generativa existe cierto vacío legal con el tema del copyright. Tratándose de un proceso tan complejo y costoso como desarrollar una app por ejemplo, el temor a perder la propiedad intelectual de la creación es mayúsculo. Pero llevándolo un paso más allá, en el caso de un escenario catastrófico, ¿quién es el culpable del resultado y debe responsabilizarse por ello?
¿Quién es el propietario del código cuando se usa Inteligencia Artificial?
Dado el nivel tecnológico actual en el que se encuentra la inteligencia artificial y los chatbots, la necesidad de un input por parte de un humano es indispensable. Es decir, la IA ahora mismo puede aprender y generar resultados de forma autónoma, pero siempre se basa en el trabajo y los conocimientos previos aportados por un humano. Por ello, el escenario que se contempla actualmente en el desarrollo de apps es que ChatGPT haya contribuido tan solo a una parte del código, siendo la mayoría creada por un humano. Pero la presencia, aunque sea de un pequeño porcentaje, de código creado por la IA resulta intranquilizadora ante la posibilidad de perder una posible demanda.
Teniendo en cuenta los términos de uso que facilita Open AI sobre su software generativo, ellos no reclaman la propiedad de nada que pueda crear por ejemplo ChatGPT. Para resolver todas estas dudas, tras consultar las principales fuentes sobre legislación de la IA, hay una serie de conclusiones claras, pese a que todavía se encuentra en una fase embrionaria.
En primer lugar, parece haber cierto consenso con el principio de que la propiedad del código es del que ha llevado a cabo los pasos necesarios para su creación. Es lógico por lo tanto que en el caso de un desarrollador de apps, si ha creado la mayoría del código y ha usado ChatGPT para algunas partes, pueda disponer de la propiedad del conjunto. De la misma manera, en el caso de que un error en el código produzca daños o pérdidas, este mismo creador también estará expuesto a la responsabilidad legal pertinente.
En segundo lugar, también hay expertos legales que consideran que los derechos de propiedad intelectual y copyright solo se pueden aplicar para creaciones llevadas a cabo por humanos. Es decir, los códigos creados por la IA no pueden ser ni patentados ni demandados por copyright ya que han sido creados por máquinas. Siguiendo esta línea, se deberían crear una categoría de leyes de protección o copyright que contemplen el contenido de la IA. Esta categoría por lo tanto no podría ser sujeto a demandas o reclamaciones.
El principio de un largo debate
Una cifra que pone en perspectiva la dimensión de la cuestión es que en Estados Unidos el 92% de los desarrolladores ya utiliza herramientas de IA. Por lo tanto, no estamos hablando del futuro de la programación, si no del presente más inmediato. En sectores como el desarrollo de videojuegos, apps, páginas webs y software, estamos ante una revolución. La evolución de la legislación afectará en gran medida al desenlace del debate. Teniendo en cuenta el funcionamiento actual del proceso de legislación, no es descabellado contemplar distintas leyes en distintos países o ámbitos geográficos. En este caso, será un reto observar cómo se adaptan tanto las empresas como los desarrolladores de IA. Viendo que Open AI ya ha cambiado su postura por ejemplo con el apoyo a la nueva legislación europea, las apps desarrolladas con código creado por ChatGPT puede que se enfrenten a complicaciones en el futuro.