Mediante una extensa base de datos, este nuevo modelo similar a Chat GPT sería capaz de predecir el futuro de los usuarios. Incluso podría averiguar la probabilidad de morir en los próximos cuatro años, con una precisión del 78%. Te contamos todo sobre Life2vec, la IA que predice el futuro.
¿Qué es Life2vec?: La IA que predice la muerte
Se trata del último modelo con IA desarrollado por la Universidad Técnica de Dinamarca, que al parecer es capaz de predecir muchos aspectos sobre el futuro de un individuo. Mediante una enorme base de datos con información sociológica y personal de unos 6 millones de personas, el modelo ha podido aprender con machine learning a sacar conclusiones muy precisas sobre el futuro de las personas. Los datos de todas estas personas forman parte del registro estadístico de Dinamarca. Predecir factores socioculturales y económicos sobre personas concretas no es algo nuevo, hasta ahora se podía llevar a cabo con modelos estadísticos predictivos. Sin embargo, resulta revolucionario incorporar el machine learning para lograr que una IA pueda adaptar al máximo las predicciones a los rasgos de un individuo particular. Y precisamente es de esta forma que Life2vec ha logrado una precisión mucho mayor que los modelos anteriores. Entre los parámetros que es capaz de predecir este modelo, el que despierta mayor interés es la mortalidad, por supuesto.
Para poner a prueba las habilidades de Life2vec, los científicos le ofrecieron solo datos hasta 2016. Debía utilizar estos datos para predecir los resultados en los siguientes cuatro años, hasta 2020. En la muestra examinada analizaron a personas de entre 35 y 65 años, ya que precisamente en este intervalo es donde resulta más impredecible la mortalidad. Lo que sucedió es que 78 de cada 100 predicciones fueron acertadas. Las ciencias sociales han realizado importantes avances durante décadas para estudiar y predecir la mortalidad con precisión. Es de esta forma que hemos sido capaces de saber que el dinero, el género, la salud mental y la dieta son factores claves para la longevidad. Pero el modelo de Life2vec, gracias a la IA, sería capaz de incluir en los cálculos parámetros a tiempo real. De esta forma, se podría estudiar cómo evoluciona la predicción en base a la implementación de un nuevo fármaco, un estilo de vida más saludable o un cambio en la dieta. De esta forma, ayudaría a los humanos a optimizar sus posibilidades de vivir más, conociendo de cerca su contexto.
¿Deberíamos saber cuándo vamos a morir?
Una vez más la IA nos hace volver a la ficción para contemplar los efectos que puede tener esta tecnología. Se podría decir que desde que hay historia, los seres humanos han tratado de averiguar cómo van a morir. Los oráculos han despertado la curiosidad de grandes emperadores, y sus profecías han dado forma a los acontecimientos trascendentales. Incluso en la era de la información y la tecnología, el horóscopo y el tarot parecen seguir teniendo un hueco en la sociedad. Ante la irremediable llegada de nuestra muerte, es lógico que nos preguntemos hasta la saciedad cómo y cuándo será. Unos pueden querer saberlo para evitarla, y otros simplemente para estar preparados. Cómo olvidar a la bruja de Big Fish o las inevitables premoniciones de Destino Final. En cualquier caso, quizás es mejor seguir viviendo con esta incertidumbre. Por lo pronto, podría poner el mundo del revés si millones de personas se disponen a vivir sus últimos días en la tierra sin tener consideración por nada. Las predicciones de la IA parece que están lejos de llegar a este punto, pero ofrecen una información que puede cambiar el mundo. Por primera vez, habría una forma cuantitativa de medir y predecir el comportamiento humano.
La muerte se ha convertido en un tema de gran interés para la ciencia a día de hoy. Por primera vez, vemos a millonarios como Bryan Johnson con su proyecto Blueprint que parecen dispuestos a luchar contra el envejecimiento. Quizás veamos a las primeras personas que puedan alargar su vida más allá de lo imaginable gracias a la tecnología. Lograr la amortalidad, parece ser el objetivo de algunas de estas grandes fortunas que no tienen ganas de renunciar a la vida. Sin embargo, como advierten expertos como Elon Musk (sorprendentemente en contra de investigar sobre la vida eterna) las personas que podrían vivir eternamente serían precisamente las personas que no queremos que lo hagan. Por ejemplo, los principales dictadores del mundo podrían afianzar sus regímenes de forma casi imperecedera. Por no hablar de los retos que plantearía para la distribución de la riqueza y los recursos de la tierra. También en la ficción tenemos pruebas extensas sobre el peligro que suponen las élites imperecederas. En cualquier caso, como diría Confucio: “Si todavía no sabemos qué es la vida, ¿cómo puede inquietarnos la esencia de la muerte?”