En la industria de los smartphones, desde la llegada de las pantallas táctiles hemos visto pocas innovaciones capaces de volver a transformar el sector. Sin embargo, hace un tiempo que algunas marcas y expertos apuntan a que los móviles plegables tienen mucho potencial. Analizamos esta tendencia que no para de crecer.
El retorno de los teléfonos plegables
Cualquiera que haya vivido más de 20 años ha visto y probablemente tenido uno de los primeros teléfonos plegables. Aquellos Nokia y Motorola que nos hacían sentir en Star Trek y que incluso se podían abrir con sacudir la muñeca tuvieron un momento dorado a principios de los 2000. Sin embargo, con la llegada del iPhone, Apple le puso fin a los teléfonos con teclas y que se podían doblar. La pantalla táctil arrasó con todo. Solo tras una década de hegemonía por parte de este formato, hemos comenzado a ver un posible rival. Ahora han entrado en el mercado las pantallas táctiles plegables. Según dicen sus fieles defensores, incluye lo mejor de ambos mundos (y el encanto de lo vintage). Por un lado, permite la gran portabilidad propia de un dispositivo que se puede reducir a la mitad de su tamaño. Pero también permite las ventajas a las que nos tiene acostumbrados los smartphones táctiles. Samsung ya ha apostado por este nuevo formato con el Galaxy Fold que debutó en 2019, y muchos aguardan con intriga la posibilidad de que Apple se sumase a esta tendencia.
Al parecer, los que lo prueban están encantados. En un primer lugar es lógico observar estos dispositivos que parecen anacrónicos con cierta desconfianza. No es habitual que en la industria tecnológica veamos una innovación que da un paso hacia atrás. La principal pega es su aspecto. Igual que los modelos nuevos de iPhone nos resultan refinados y pulcros, hay algo en el look de los plegables que no resulta tan atractivo. Y en cuanto a precio, los plegables superan en la mayoría de casos a los smartphones habituales. Por un lado, los plegables modo “Flip” justifican su precio por la gran portabilidad y comodidad que aportan. El flip permite un tamaño capaz de viajar en cualquier bolsillo y la posibilidad de tomarse selfie de alta resolución. Mientras tanto, los plegables modo “Fold” se disparan de precio ya que ofrecen una pantalla el doble de grande que los demás. Muchas veces vienen acompañados de un lápiz inteligente para poder usarlo como si fuese una libreta o una tablet muy portátil. Al fin y al cabo, ocupan lo mismo que un smartphone normal pero ofrecen el doble de tamaño de pantalla.
¿Seguirá creciendo esta moda?
Hace unos pocos años que comenzaron a hacer su aparición los plegables de diversos tipos. Sin embargo, hasta ahora se consideraban un producto enfocado para early adopters o fanáticos de la tecnología. Pero en este tiempo han sido capaces de optimizar algunas de sus funciones. Por ejemplo, la bisagra donde se doblan estas pantallas despertaba dudas por su fragilidad o problemas con el tiempo. Y como sucede con el tiempo, los principales problemas se han ido limando hasta ofrecer un producto cada vez más competente. Según las nuevas tecnologías sigan avanzando a un ritmo vertiginoso, cabe esperar que los plegables vayan ganando terreno lentamente. Es improbable que se vuelvan nunca el modelo más exitoso ya que la gran mayoría de los usuarios están más que acostumbrados al smartphone que nos trajo Steve Jobs. Pero en el sector del mercado que le corresponde a los plegables, es probable que vayan gradualmente ganando terreno y cautivando a nuevos usuarios escépticos. Yo por el momento me mantengo en la desconfianza hacia los plegables (principalmente por la fidelidad inculcada hacia Apple), pero tras leer muchas opiniones de expertos, entiendo perfectamente su éxito.