Según el chatbot de Open AI no deja de perfeccionar sus habilidades para buscar información y conversar con los usuarios, muchos están utilizando esta herramienta para consultar sus síntomas. Desde luego, resulta más cómodo que consultar a un doctor de carne y hueso, pero ¿son los resultados precisos?
¿Son los diagnósticos de Chat GPT fiables?
Ir al médico es algo que en pleno siglo XXI sigue siendo difícil para muchas personas. Tanto por el acceso a los medios necesarios como por el propio miedo que supone conocer un diagnóstico desfavorable. Desde la llegada de internet, consultar nuestros síntomas online suele ser el paso que precede a buscar ayuda de los profesionales de la salud. Al fin y al cabo, la enorme base de datos que se recoge online permite que se contemplen la mayoría de circunstancias médicas. Pero como es bien sabido, es muy fácil que al mirar en Google saltemos a conclusiones precipitadas, muchas veces aumentando la severidad de lo que padecemos. Con Chat GPT, parece que cada vez más usuarios tienen la confianza para realizar estas consultas médicas. Su capacidad conversacional le otorga un trato más cercano y humano que las consultas en un buscador, y la base de datos que tiene le permite ofrecer respuestas relativamente precisas. Evidentemente, todo lo que sea recibir consejos médicos debería realizarse por parte de expertos cualificados. Chat GPT sigue siendo incapaz de estudiar tus síntomas por lo que todo lo que te cuente deberías tomarlo con cierto escepticismo.
Sin embargo, esto no evita que muchas personas lo usen para conocer la opinión del chatbot sobre lo que padecen. De hecho, hay incluso médicos que utilizan el chatbot como una herramienta complementaria para realizar los diagnósticos. Un estudio reciente publicado en el Journal of Medical Internet Research reveló que ChatGPT, aunque útil como herramienta complementaria en el diagnóstico médico, presenta inconsistencias en sus diagnósticos, especialmente en condiciones menos comunes como la mielopatía cervical. A pesar de su precisión en diagnosticar el síndrome del túnel carpiano, el chatbot mostró variabilidad en sus respuestas, lo que plantea dudas sobre su fiabilidad como fuente única de diagnóstico. Los expertos reconocen el potencial de ChatGPT y otras IAs en el apoyo al diagnóstico y en la búsqueda de información actualizada sobre tratamientos, pero enfatizan que la inteligencia artificial no reemplaza la experiencia y el juicio clínico de los profesionales médicos.
¿Qué es la “cibercondría”?
Se trata de la nueva hipocondría, causada por el uso de internet para conocer los síntomas que uno pueda padecer. Es innegable que uno puede sufrir de gran estrés y ansiedad al consultar online las posibles enfermedades que puede tener. Sin embargo, esta preocupación suele ser infundada. La facilidad y el anonimato de acceder a información médica en línea pueden ser tentadores, pero también pueden llevar a un ciclo de auto-diagnóstico y ansiedad. Lo preocupante de la cibercondría no es solo la desinformación o la interpretación equivocada de los síntomas, sino también cómo puede afectar a la relación entre pacientes y profesionales de la salud. El autodiagnóstico puede llevar a desconfianza en los diagnósticos médicos profesionales o, en el extremo opuesto, a una sobrecarga del sistema de salud con consultas innecesarias. Con las consultas de salud en Chat GPT, no podemos descartar que este problema se perpetúe.
Esta tendencia también destaca la necesidad de alfabetización en salud digital. Es crucial aprender a discernir entre fuentes confiables y no confiables en línea y entender que, aunque internet puede ser una herramienta útil para la información general, no sustituye la consulta con un profesional de la salud. La cibercondría es un recordatorio de que, en la era de la información, el acceso ilimitado al conocimiento puede ser tanto una bendición como una fuente de ansiedad, y que la moderación y el pensamiento crítico son esenciales en nuestra interacción con el mundo digital.