La empresa sueca ha presentado una serie de sensores muy asequibles que te van a permitir acercarte a tener el hogar del futuro, pero con los precios low cost de Ikea. Con estos dispositivos vas a poder detectar si te has dejado una puerta o ventana abierta, movimientos en el interior o exterior de tu vivienda o si tienes una fuga de agua. Llegan a mediados del próximo año, pero su precio no supera los 10 euros.
Nuevos sensores Zigbee de Ikea para el hogar inteligente
Como no podía ser de otra forma, los nuevos dispositivos de Ikea traen nombres de lo más extraños. Tenemos el Parasoll para medir puertas y ventanas, el Vallhorn para medir el movimiento y el Badring para detectar el agua. Podemos esperar ver estos dispositivos antes de mediados del próximo año. Todos ellos tienen un diseño sencillo y minimalista, con la intención de ser instalados de forma sencilla por tu casa sin necesidad de ningún profesional. Además, se pueden conectar con la bombilla de Ikea para adaptar la luz de tu hogar de forma inteligente. Por ejemplo, si colocas el sensor Vallhorn en tu jardín, puedes hacer que se enciendan las luces exteriores solo cuando pases por delante. Ikea cuenta con una app llamada Ikea Home smart app desde donde puedes configurar el funcionamiento de los dispositivos. Pero también puedes recibir notificaciones si tu lavadora está perdiendo agua, en el caso de que hayas colocado un Badring debajo. Los dispositivos de Ikea también son compatibles con otros ecosistemas inteligentes como el de Google, Amazon o Apple.
La democratización del hogar inteligente
Con los grandes avances tecnológicos que estamos viviendo y que se vislumbran para el futuro próximo, frecuentemente asumimos que solo estarán al alcance de los que tengan un gran poder adquisitivo. Y en algunos casos será así. No hay que ir muy lejos para ver los precios desorbitados de los proyectores de última generación, los electrodomésticos inteligentes, los asistentes virtuales o las gafas de realidad virtual. Pero el verdadero cambio lo vamos a vivir cuando estos avances se vuelvan verdaderamente asequibles. El giro de Ikea hacia la tecnología para el hogar inteligente nos sugiere que es posible. De esta forma, podemos esperar que con tan solo unos cuantos sensores baratos y un smartphone podamos empezar a probar cómo es el hogar del mañana. Hasta cierto punto, muchas de estas funciones ya son posibles desde hace un tiempo, pero todavía no han llegado a todo el mercado. Solo viven en un hogar inteligente los early adopters. Pero para que podamos ver pronto grandes cambios como los que sugiere el ambient computing, un paso clave es que cada vez un mayor número de usuarios empiece a probarlo. Si no hay un público suficientemente amplio para estos dispositivos utópicos, cabe esperar que se vuelvan inaccesibles para la mayoría, con precios difíciles de pagar para muchos.