El gobierno de japón ha anunciado el 26 de junio que se propone integrar una serie de normas para regular el uso de la inteligencia artificial generativa. Distintos ministerios y agencias recomiendan además otras pautas para la regulación. Debido al rápido crecimiento y proliferación de las herramientas de IA y los chatbots, el gobierno ha creado un comité de expertos para su regulación. Aquí están contemplando las acciones que se deben llevar a cabo para evitar los escenarios más catastróficos.
Pautas para controlar la desinformación que puede. generar la Inteligencia Artificial
La ministra de Ciencia y Tecnología, Takaichi Sanae, indicó que se deberían integrar las normas sobre IA que han desarrollado de manera independiente cada ministerio y agencia. Al fin y al cabo tener un marco regulatorio común, por lo menos a nivel nacional, permite que los usuarios y programadores puedan consultar con mucha más facilidad la legislación vigente. El comité ha confirmado que este ambicioso proyecto se espera terminar de completar a finales de año.
Un problema al que otorgan gran importancia y énfasis es la facilidad que hay actualmente de crear información falsa con la IA generativa. Hay algunas voces como la ministra a favor de una intervención por parte del gobierno para desmentir las fake news y proporcionar datos fiables y objetivos. Para luchar contra la desinformación, propone crear un sistema de regulación sobre la propia información y propiedad intelectual. Es interesante contemplar cómo progresa un debate tan relevante a nivel internacional y como existen posturas a favor de medidas incluso más ambiciosas.
¿Una legislación global?
Como pudimos ver con las acciones que se están llevando a cabo dentro de la Unión Europea, legislar la IA es algo que en el corto plazo debe llevarse a cabo para evitar al menos los usos más peligrosos y perjudiciales. Teniendo en cuenta que llevar a cabo una legislación tan compleja a nivel internacional, por ejemplo a través de la ONU, es prácticamente imposible, cabe esperar que sucesivamente distintos países elaboren su propia regulación. En el momento que existan distintos modelos de regulación, será interesante ver cómo cada país lleva a cabo la implementación de estas leyes y cómo afectan a las empresas multinacionales en la práctica.
La legislación de la UE estaba más enfocada en evitar los escenarios fatídicos a nivel control social y policial por ejemplo. En este caso, parece que el gobierno de Japón se centra más en las aplicaciones de la IA generativa mediante los modelos de lenguaje y el impacto que tienen estos sobre la difusión de información. Idealmente, los distintos códigos legislativos en el futuro se podrán compenetrar y extraer lo mejor de cada uno. También comprobaremos si cada vez más países regulando la IA puede tener un efecto para que Estados Unidos se atreva a dar el paso. De momento no parece que enfrentarse a los movimientos de los gigantes tecnológicos de silicon valley sea algo que vaya a suceder pronto.