La marca de tecnología china tiene una fábrica pionera en Beijing conocida como “Dark Factory” que es capaz de producir 60 smartphones por minuto sin ninguna intervención humana. Gracias a la IA y robótica más puntera, puede funcionar 24/7 y ofrecer una eficiencia sin precedentes, con las luces apagadas. Por eso su nombre.
¿Cómo son las fábricas automatizadas de Xiaomi?
Tal y como muestran las imágenes que ha compartido la empresa China, las fábricas completamente automatizadas de Xiaomi parecen salidas de una película futurista. Los robots trabajan a un ritmo descabellado para producir constantemente smartphones o incluso automóviles. Ya hemos analizado la última apuesta de Xiaomi por los coches eléctricos, con el SU7 y el extraordinario recibimiento que ha tenido del mundo del motor. Lo más curioso de estas fábricas es que se encuentran prácticamente a oscuras ya que los robots no necesitan la luz para desempeñar sus tareas. Tampoco necesitan calefacción ni aire acondicionado. Y de esta forma pueden minimizar al máximo sus costes de electricidad. De ahí su nombre de “Dark Factory”. Aunque lo cierto es que resultan algo inquietantes. Los propios robots llevan a cabo todas las funciones, incluido el control de calidad y el montaje. Y una de las funciones más importantes: la eliminación de todas las partículas de polvo que puedan afectar la línea de montaje.
¿Cómo funciona una "smart factory"?
La fábrica incorpora tecnologías de vanguardia para garantizar precisión y calidad en la producción de smartphones. Un sistema patentado de Sky Rail transporta eficientemente los componentes a lo largo de la instalación, mientras que un sistema automatizado de prueba de placas lógicas verifica rigurosamente cada unidad. Máquinas inteligentes de diseño propio de Xiaomi controlan la calidad de la producción, permitiendo la creación de un smartphone cada segundo. Las capacidades avanzadas de la instalación le han valido a Xiaomi la certificación como «empresa nacional de manufactura inteligente» con una capacidad de producción anual de 10 millones de smartphones insignia. Además, cuenta con una alta eficiencia energética gracias a que el edificio prescinde de todos los elementos necesarios para garantizar las condiciones necesarias para los humanos.
La alta precisión y consistencia de la línea de producción automatizada llevan a una mejora en la calidad del producto y a la reducción de desperdicios, contribuyendo tanto a beneficios económicos como ambientales. Estas ventajas posicionan la fábrica inteligente de Xiaomi como un modelo de manufactura sostenible y eficiente en la industria de los smartphones. ¿Pero a qué coste? Desde luego, prescindiendo de muchos puestos de trabajo y acercándonos a un futuro distópico. ¿Serán así todas las fábricas dentro de no tanto?