Esta es la conclusión de un nuevo estudio por parte del Boston Consulting Group que pretendía medir de todas las maneras posibles el impacto que tiene la IA sobre la productividad laboral. Han podido concluir que aquellos utilizando la IA, concretamente ChatGPT-4, han obtenido mejores resultados en prácticamente todos los campos. ¿Sigues pensando que la IA es una moda pasajera? No te pierdas todos los detalles de este estudio.
Resultados del estudio
Desde la irrupción de los modelos de lenguaje con IA generativa hace solo unos meses, se ha especulado mucho con el impacto que va a tener en el mercado laboral esta tecnología. Con el objetivo de obtener cierta claridad sobre lo que está sucediendo y lo que está por venir, el Boston Consulting Group ha realizado este estudio para determinar cómo influye la IA en la calidad y la productividad de las tareas profesionales. Se comparó el uso de la IA para tareas realistas, multidisciplinares, complejas y que requieren unos conocimientos avanzados por parte de tres grupos formados de 758 consultores: uno sin IA, otro con IA (ChatGPT-4) y otro con IA pero también con el asesoramiento de un especialista en prompts. Los resultados muestran que los que utilizaban la IA fueron mucho más productivos, completando de media 12.2% más tareas y 25.1% más rápido. Pero la calidad de su desempeño también fue considerablemente mayor, con una calidad 40% mayor que el grupo de control sin IA.
Entre las conclusiones del estudio, cabe destacar que identificaron una disparidad entre las capacidades de la IA. Los modelos de lenguaje son capaces de desempeñar algunas tareas de forma ejemplar mientras que tienen dificultades para otras. Pero lo curioso es que esto no depende de que la tarea sea más o menos compleja. La IA puede ser capaz de realizar a la perfección tareas muy complejas pero tener errores con tareas sencillas. En cualquier caso, los grupos con acceso a esta tecnología obtuvieron mejores resultados, independientemente de saber usar la herramienta al máximo de sus capacidades. En el experimento, se enfrentaban a tareas creativas, analíticas, de escritura, marketing, e incluso de persuasión.
Otro fenómeno sorprendente es que la IA permite igualar las habilidades de los profesionales. Antes del estudio, había un ranking entre los participantes dependiendo de su rendimiento en el sector de la consultoría sin el uso de la IA. Con el acceso a esta tecnología, los que estaban en la parte baja del ranking observaron un aumento considerable de su rendimiento (hasta un 43%). Los mejores consultores también aumentaron un poco su rendimiento, pero en general lo que sucedió es que se igualaron las habilidades de todos. Esto podría tener un impacto mayúsculo en el mercado laboral, ya que la IA podría servir para igualar las habilidades de los trabajadores independientemente de su formación y experiencia.
Sin embargo, en el experimento incluyeron una pregunta en que la IA estaba diseñada para equivocarse, de tal forma que fuese posible observar si el criterio de los trabajadores primaba por encima del de la IA. Lo que sucedió fue que el grupo sin IA obtuvo muy buenos resultados, mientras que el equipo que tenía al experto en prompts confió ciegamente en la IA y se equivocó mucho más. El otro grupo con acceso a la IA no tuvo tan malos resultados porque también confió en su propio criterio. De esta forma, el experimento también demostró que confiar ciegamente en la IA puede ser un error y puede dar lugar a peores resultados. El fenómeno lo denominaron “quedarse dormido al volante” y esto sucede cuando los trabajadores se vuelven vagos y descuidados por culpa de la IA. Por lo tanto, es esencial mantener cierta autoridad humana y no depender de la IA al 100%.
La moraleja del estudio
Tras observar los resultados del estudio, los expertos del BCG, Harvard y el MIT llegaron a una curiosa conclusión. Identificaron que existen dos maneras de integrar la IA en el mundo laboral. En primer lugar, existen los cyborgs, aquellos que implementan la IA completamente en sus tareas y confían ciegamente en su criterio. En esta simbiosis total con la tecnología, se asumen todas sus ventajas pero también los errores que comete la IA. Los cyborgs utilizan la IA para todas las tareas, en combinación con el esfuerzo humano, pero esto puede dar lugar a errores como ha demostrado el estudio. La tecnología todavía no es infalible, y puede equivocarse en cosas insospechadamente sencillas. Si dependemos ciegamente de la IA como si fuese un piloto automático, corremos un riesgo inequívoco.
En segundo lugar, están los centauros, aquellos que mantienen lo mejor de los humanos y de la IA. Igual que la criatura mitológica, mitad caballo, mitad humano, esta sería la mejor manera de integrar la IA. De esta manera, los trabajadores pueden obtener lo mejor de la IA sin tener que asumir también sus desventajas. Además, la frontera entre el trabajo humano y el de la IA está bien definida y puede dar lugar a mejores resultados como ha demostrado el estudio. En esta modalidad, se pueden dividir las tareas entre humanos y la IA para obtener la máxima eficiencia. También es posible detectar cuando la IA se equivoca y corregir sus errores utilizando el criterio humano. Lo que parece incuestionable es que la IA tiene un impacto directo en la productividad laboral, y cada vez será mayor. Por lo tanto nos queda solo decidir si queremos optar por convertirnos en Cyborgs o en Centauros, pero la IA ha venido para quedarse.