Tras un crecimiento sin precedentes, todos los ojos estaban ayer en los resultados de Nvidia para este trimestre. Y no es para menos, puesto que la que se ha convertido este año en la empresa más valiosa del mundo es el mejor indicador del estado de la economía actual y el futuro de la IA.
¿Son buenos o malos los resultados de Nvidia?
Curiosamente, depende de a quién le preguntes. Es de las pocas veces en que vemos titulares simultáneamente calificando los resultados de preocupantes y optimistas. ¿Entonces en qué quedamos? Bien, los resultados han sido ciertamente positivos. Ya le gustaría a la mayoría de empresas lograr mantener un crecimiento así. Para ponerlo en perspectiva, Nvidia ha duplicado con creces sus ingresos de este mismo periodo respecto al año pasado y pronostica unos ingresos de 32.500 millones de dólares para el próximo trimestre. Sin embargo, el problema es que tiene que hacer frente a unas expectativas aún mayores. Para los inversores, estos resultados récord para la compañía no son suficiente para justificar la gran demanda que han experimentado las acciones de Nvidia. También hay que tener en cuenta que las grandes empresas tecnológicas como Microsoft o Google siguen invirtiendo enormes sumas de dinero en los chips de Nvidia dado el boom de la IA que estamos viviendo. Por lo que unos resultados así eran lo esperable.
La rentabilidad de la IA en juego con Nvidia
Lo que preocupa a inversores y empresarios es averiguar si la IA va a ser verdaderamente una inversión tan rentable como promete. Por un lado, en el último año y medio no hemos parado de escuchar hablar sobre la IA y su enorme potencial. Prácticamente todas las empresas del planeta han movido cielo y tierra para no quedarse atrás con la tecnología de moda y tratar de implementarla en casi todas partes. Sin embargo, como suele pasar en estos casos, es posible que se haya sobreestimado tanto el potencial de la IA como su velocidad de llegada. Es decir, no se puede negar que la IA va a ser capaz de revolucionar el mundo, pero igual es algo que requiere de más tiempo e inversión de lo previsto. Y en el caso de Nvidia, su impresionante crecimiento no es capaz de seguir el ritmo de las expectativas del mercado, que buscan un aumento exponencial del valor. Es por esta razón, que pese a lograr unos ingresos de 30.040 millones de dólares este trimestre y batir todos los récords de su historia, las acciones de Nvidia cayeron ayer un 6,9% en bolsa.
Uno de los factores que alimenta el optimismo detrás de Nvidia es el famoso chip Blackwell. Sin embargo, su llegada ha sufrido algunos retrasos, lo cual también ha contribuido a la incertidumbre por parte de los inversores. Aunque para el próximo trimestre, Jensen Huang, el CEO de la compañía que se ha convertido en toda una estrella, ha asegurado que distribuirán miles de millones en chips Blackwell. Pero los inversores consideran algo imprecisas estas estimaciones, y nuevamente esperarán con recelo los resultados del próximo trimestre. Lo que parece evidente es que Nvidia va a seguir tratando de superar las expectativas, y que el chip Blackwell es su mejor baza para lograrlo.