La demanda que hemos conocido hace solo unas horas alega que la empresa tiene un monopolio en el mercado de teléfonos inteligentes premium y utiliza una variedad de tácticas ilegales para perpetuar ese monopolio. Esta no sería la primera vez que Apple es acusada de competencia desleal y monopolística, pero si la primera vez que lo hace el Departamento de Justicia de EEUU.
¿Por qué EEUU ha demandado a Apple?
Como las demás grandes multinacionales tecnológicas, Apple se ha enfrentado a incontables demandas de patentes, antimonopolio, prácticas comerciales, derechos de autor, privacidad, condiciones laborales… El Departamento de Justicia de EEUU. ha acusado esta vez a Apple de operar un monopolio ilegal en el mercado de los smartphones. La extensa demanda antimonopolio busca cambiar las formas en que Apple limita el uso de los iPhones. Según la acusación, Apple eleva los precios para consumidores y desarrolladores haciéndolos más dependientes de sus teléfonos. Los de Cupertino hacen esto mediante restricciones contractuales selectivas y limitando el acceso a funcionalidades críticas del teléfono para prevenir la competencia. Se alega que Apple usa su poder de monopolio para extraer más dinero de consumidores y desarrolladores, entre otros, y se pide a la corte que impida a Apple usar su control de distribución de aplicaciones para socavar tecnologías como las «super apps» y las aplicaciones de streaming en la nube. Desde luego, a pesar de ser un fan de Apple, no sorprende tanto esta acusación. Si quieres leer la demanda completa la tienes aquí.
¿El fin de los monopolios de las big tech?
La creciente acción legal y regulatoria en varias partes del mundo, incluidos los Estados Unidos y Europa, sugiere un impulso para limitar el poder de las grandes empresas tecnológicas y promover una mayor competencia en el sector. A través de demandas antimonopolio, sanciones y legislación propuesta, se busca abordar prácticas consideradas restrictivas y asegurar un entorno más equitativo para competidores y consumidores. Este movimiento podría indicar el comienzo de un cambio significativo en cómo se regulan y operan estas poderosas corporaciones en el futuro. Hasta ahora, empresas como Meta, Google y Apple han disfrutado de grandes ventajas en el mercado, en parte por la cantidad de usuarios y presupuesto que manejan. Pero conforme pasa el tiempo y no paran de crecer estas empresas, comienza a ser insostenible su lugar incontestable en nuestra sociedad. Quizás son capaces de perpetuar su posición hegemónica, pero también cabe la posibilidad de que tengan que atenerse a las consecuencias de este tipo de demandas. Como vimos en la disputa entre Spotify y Apple, muchos creen que ya va siendo hora de que se igualen las normas y que estas grandes compañías también tengan que jugar limpio.