Un informe de la industria analiza en profundidad las razones por las que en los últimos años no ha experimentado su mejor momento. Pese a que en el último año han salido grandes juegos, la tendencia indica que las ventas están decreciendo y que las rondas de despidos no paran de sucederse. ¿Deberían preocuparse los amantes del gaming?
Los videojuegos superan al cine
Te gusten más o menos, la realidad es que los videojuegos son una industria enorme. No solo cuentan con millones de usuarios en todo el mundo, sino que muchas veces superan a las grandes producciones de Hollywood en cuanto ingresos. Con el lanzamiento del GTA VI ya pudimos ver en detalle las cifras sobre los millones de ganancias que había supuesto el título anterior para Rockstar. Sin embargo, pese a que ha crecido hasta alcanzar una posición eminente, el sector del videojuego no se encuentra en su mejor momento. En los últimos dos años, las ventas han bajado, el tiempo que pasan los jugadores detrás de las pantallas ha disminuido y las grandes empresas han realizado importantes despidos. Fue con la pandemia que las ventas experimentaron un gran aumento, que no han podido mantener desde entonces. Al fin y al cabo, muchos estaban en casa sin nada que hacer y se animaron a desempolvar sus viejas consolas o encontraron por fin la oportunidad de dedicarle el tiempo que querían a los nuevos títulos.
Pero en 2023, la inflación y otros factores han hecho que las ventas decreciesen frente al año anterior. En EEUU la facturación del sector descendió un 2,3% frente a 2022. Aún más preocupante es el descenso del tiempo que dedican los jugadores habituales al gaming. En 2022 el tiempo medio de juego de los grandes amantes de las consolas bajó de 16 horas a la semana a 13 horas en solo un año. También ha menguado el porcentaje de la población que dedica tiempo a los videojuegos. Este fenómeno podría explicar en parte los despidos masivos que han llevado a cabo las principales desarrolladoras de juegos. En 2022 fueron despedidas unas 8500 personas y en 2023 la cifra aumentó a 10500. Todo indica que este año podría seguir aumentando como ya hemos visto que ha sucedido en otras empresas tecnológicas. Pero si eres de los que sigue de cerca las novedades en el mundillo del gaming, habrás podido comprobar que este último año ha habido grandes lanzamientos y se esperan títulos de los más prometedores en el horizonte. ¿Están los videojuegos verdaderamente en crisis?
¿Cómo se explica este fenómeno?
Lo cierto es que el descenso en las ventas tienen varias explicaciones posibles, que no necesariamente apuntan a que el sector vaya a quebrar. Por un lado, ya hemos visto cómo muchos sectores experimentaron un boom durante la pandemia que ha desajustado sus predicciones. Para determinados sectores como el e-commerce, el Covid supuso un incremento importante en sus ventas, que en muchos casos ha descendido de forma gradual los años siguientes hasta volver a nivel prepandémicos. Por otra parte, los desarrolladores enfocados en los juegos para móvil han sufrido de primera mano las estrictas normas que Apple ha instaurado en la Appstore desde hace un tiempo. Los anuncios para juegos móviles ya no son tan rentables, y Apple se lleva una parte importante de las microtransacciones. Esto explica que no hayan salido grandes juegos nuevos desde hace bastante tiempo.
También es un factor a tener en cuenta el hecho de que los juegos cuestan cada vez más. Quizás la IA podría aliviar este fenómeno, pero lo cierto es que pese a los avances tecnológicos, los nuevos títulos son cada vez más costosos. Para llegar a los niveles de realismo y complejidad a los que nos estamos acostumbrando, son necesarias incontables horas de trabajo por parte de los desarrolladores y una gran inversión en servidores y mantenimiento. En los últimos años las grandes empresas detrás de los juegos más vendidos también han tenido que replantear sus dinámicas de trabajo que muchas veces resultaban explotadoras. Y para que un juego nuevo pueda asegurar sus ventas y revolucionar una vez más el mercado, el precio en muchos casos es prohibitivo. Por esta razón los desarrolladores de juegos independientes tienen dificultades para competir con los titanes de la industria. Igual que sucede con las secuelas en Hollywood, muchas veces los productores prefieren no arriesgarse y apuestan por remakes de juegos antiguos o nuevas entregas de la saga.
En cualquier caso, todavía es un sector que tiene mucho que decir y que puede volver a sorprender. El GTA VI es uno de los faros en el horizonte que puede insuflar mucha vida de nuevo al mundo del gaming. Y no podemos olvidar los nuevos dispositivos como las gafas de realidad virtual que abren todo un mundo de posibilidades. Quizás el éxito de los streamers y de Twitch también tenga parte de culpa. A muchos les resulta mas practico y entretenido ver a otros jugando que sacar el tiempo y el dinero necesario para vivirlo de primera mano. Pero todo el que haya vivido grandes emociones alguna vez detrás de un joystick seguro que en algún momento se plantea volver a jugar.