Pese a que todavía no hemos tenido la oportunidad de verla en España, la Apple Card va a dejar de contar con el apoyo de Goldman Sachs en los próximos 12 a 15 meses. La razón de esta separación se podría deber a lo que comentamos sobre los bancos digitales y los bancos tradicionales. No se llevan bien. Analizamos el futuro de este ambicioso proyecto que Apple no tiene intención de abandonar.
¿Qué es la Apple Card?
Tal y como dejó claro su fundador, Steve Jobs, Apple busca pensar de forma diferente. Y en el sector de la banca esto es algo que se agradece mucho, principalmente para tener alguna alternativa frente a los bancos tradicionales que acaparan el mercado desde tiempos inmemoriales. Con la Apple Card, los de Cupertino buscarían ir mucho más allá de ser una empresa de dispositivos tecnológicos, ofreciendo su propia alternativa bancaria. Sin embargo, esta prometedora tarjeta fue anunciada en 2019, pero desde entonces solo ha estado disponible en Estados Unidos. Esto se debe a que Apple necesita un banco que sea su socio y ofrezca cobertura a las transacciones. Cómo Tim Cook ha manifestado, Apple quiere que su tarjeta de crédito pueda llegar a todas partes, pero se enfrenta a complicadas regulaciones en cada país. Tendrá que encontrar un banco con el que asociarse en cada país, ya que las leyes en torno al sector bancario son ciertamente muy estrictas. Esto garantiza en parte el monopolio de los mayores bancos y su hegemonía hasta ahora. Pero, siendo tan atractiva como el resto de los productos de Apple, ¿por qué no ha llegado todavía la Apple Card?
Las principales ventajas de la Apple Card
Resulta que la propuesta de Apple es tan revolucionaria que a los bancos tradicionales les podría hacer perder millones. Esto es lo que ha hecho que Goldman Sachs haya decidido terminar su acuerdo con ellos antes de 2026, lo que tenían pactado. En primer lugar, la tarjeta busca eliminar al completo las comisiones y minimizar los intereses al máximo. Dada la tecnología actual, no tienen una justificación lógicas estas tasas que cobran habitualmente los bancos. Además, la Apple Card tiene algo muy atractivo para los usuarios que es el Cash Back en muchos negocios. Es decir, si utilizas la Apple Card para pagar en tiendas como Nike, recibes unos interesantes descuentos de hasta un 6%. Esto es lo que hace que sea tan atractiva para muchas personas, que solo por utilizarla van a poder ahorrar dinero en muchas de sus compras. Dada la influencia y el tamaño de Apple, son capaces de negociar estos descuentos con muchas compañías. Dentro del Apple Card también tienes el Apple Cash, el equivalente a Bizum para poder enviar dinero con facilidad a otros usuarios. Además, Apple ofrece como siempre prometedoras garantías de seguridad, en este caso con la tecnología de Face-ID y Apple Pay ya disponible en sus dispositivos. Precisamente las ventajas que ofrece la Apple Card para los clientes es lo que ha hecho que Goldman Sachs cambie de opinión (y al parecer sufra pérdidas millonarias).
Apple quiere convertirse en un banco
Pese a las dificultades que supone la ruptura con Goldman Sach, Apple sigue con la intención de llevar la Apple Card a todo el mundo. Pero para lograrlo necesitaría encontrar un nuevo socio. Se rumorea que podría ser American Express, en cuyo caso podríamos recuperar el optimismo de ver esta tarjeta en España en un futuro. Está claro que Apple ha conseguido enamorar a los usuarios, con grandes prestaciones financieras pero también con un diseño minimalista de titanio de lo más futurista. Sin embargo, para poder seguir adelante deben convencer a algún banco para que se suba al proyecto. Y esto es la parte más complicada, teniendo en cuenta la posición tan privilegiada que tienen estas grandes corporaciones. Desde luego, estos gigantes de las finanzas no tienen ninguna intención de que cambie un mercado que les beneficia de forma sistemática desde hace años. Las nuevas alternativas como la de Apple son precisamente tan atractivas para los usuarios porque rompen con muchos de los problemas que acarrean los bancos desde hace tiempo. Pero todo indica que la lucha entre las entidades por nuestro dinero todavía nos deparará muchos más episodios. Desde luego, esperemos que ganen los buenos.