Coldplay, Taylor Swift, The Weekend, Bad Bunny, Lady Gaga, BTS… Los grandes artistas del momento en sus conciertos de estadios usan esta tecnología para crear una experiencia inmersiva. Te explicamos cómo funcionan y las claves de marketing detrás de su gran éxito.
¿Cómo funcionan las pulseras LED?
Mediante unas pulseras de plástico entregadas a cada espectador en la entrada, es posible crear un espectáculo de luz y color coordinado usando al público como parte del mosaico. Tras experimentar los impresionantes resultados (en directo o en redes sociales) uno no puede dejar de preguntarse, ¿cómo funcionan?. Frecuentemente, pensamos que requieren una compleja geolocalización con GPS, un sistema de interconexión por bluetooth o incluso un director de orquesta creado por la IA. Pero en realidad se basan en utilizar de manera creativa algunas tecnologías tradicionales. Algunas de las pulseras funcionan con radiofrecuencia, captada mediante un pequeño receptor para emitir los colores al ritmo de la música. En este caso, las pulseras están asignadas a una sección concreta del estadio y de esta forma se crean las composiciones visuales. Un operador puede activar las funciones programadas o controlar de forma manual las pulseras para crear efectos más naturales y espontáneos. La señal se emite de una pequeña caja del tamaño de un ladrillo, por lo que el sistema es muy fácil de transportar.
Otro sistema utilizado es mediante infrarrojos. Nuevamente, no es una tecnología revolucionaria, puesto que es lo que se utiliza desde hace cincuenta años para controlar la televisión con el mando. Las empresas detrás de este servicio han logrado darle un giro y aplicar esta tecnología de una manera original y efectiva. En este caso, es posible transmitir información específica a cada pulsera, en lugar de a cada sector. Mediante transmisores robóticos colocados por todo el estadio, es posible utilizar al público como una verdadera pantalla para crear efectos especiales únicos. En este caso, puedes lograr que una persona tenga una luz distinta de la persona de su lado, y así crear dibujos o formas solo visibles desde la distancia. Los transmisores suelen estar escondidos entre las torres de sonido, y proyectan las luces o formas deseadas igual que un foco. De esta forma, las pulseras no contienen un gran valor intrínseco a través de nanotecnología o software avanzado, sino que simplemente responden a las señales enviadas. Eso es algo positivo a la hora de posibles robos por parte de los espectadores.
Razones por las que tienen tanto éxito
Los macro conciertos ahora más que nunca triunfan, y hacen que los grandes artistas llenen estadios noche tras noche en su gira internacional. Pero para que miles de personas disfruten del espectáculo y estén dispuestas a gastar grandes sumas de dinero por ir, tienen que ofrecerles una experiencia única y valiosa. Algo tan aparentemente sencillo como las pulseras LED, permite que el espectador se sienta parte del espectáculo, independientemente de cual sea su butaca. La masa que conforma el público se convierte en una imágen coordinada, viva y estética, transformando el concepto del audiovisual en vivo. De esta forma ha supuesto un antes y un después en los acontecimientos musicales, desde las giras multitudinarias a eventos como Eurovisión. Su origen se remonta al K-pop en corea durante los años 90, pero ha ganado en popularidad y complejidad con los años.
De esta forma, podemos destacar dos claves de su éxito, muy ligadas al marketing moderno. En primer lugar, logran llevar el branding sensorial a otro nivel, verdaderamente sorprendiendo y cautivando al espectador en todo momento. En el caso de conciertos de varias horas, incluso para aquellos que no conocen las canciones, resulta fascinante simplemente disfrutar de las luces y los efectos creados. Para los más jóvenes, es capaz de ofrecer una experiencia estimulante a cada momento, manteniendo la intensidad y euforia durante todo el transcurso. Ciertamente, es una experiencia que se queda grabada en la retina, y sigues rememorando días después.
En segundo lugar, gracias a que los consumidores hoy se han convertido en los mejores prescriptores, las pulseras ofrecen un espectáculo que todos desean compartir en sus redes sociales. Más allá de la música, que siempre puede contar con algunos detractores, las luces tienen un efecto universal de asombro y curiosidad. Sin conocer la tecnología detrás, parece un truco de magia inverosímil y futurista. La masa de gente que conforma el público, deja de parecer agobiante e incómoda, y se convierte en algo digno de observar y apreciar. Con el particular brillo que desprende cada uno, es emocionante ver las genuinas caras de sorpresa que comparten personas desconocidas y muy diferentes. Y el orgullo de pertenecer al espectáculo hace que la mayoría levanten sus pulseras lo más alto posible para compartir su brillo con todos. Si le sumamos a esto la música de tu artista favorito, cantada a coro por toda esta muchedumbre, las lágrimas están aseguradas.
Pero esta tecnología no es solo compatible con la música en vivo, también ha hecho su aparición en partidos de la NBA y la NFL. Cuando el equipo local marca un tanto o suena el himno, el estadio se llena de los colores del club. Pronto lo veremos en muchos eventos deportivos como el fútbol o los combates de boxeo. Lo cierto es que su poderoso efecto visual funciona con cualquier evento en un estadio que busque conmover o avivar al público. No es de extrañar que las veamos pronto también en eventos corporativos o ferias internacionales. Para algunos, los eventos en vivo deberían ser capaces de crear estas sensaciones sin recurrir a efectos visuales. Pero personalmente, considero que no es incompatible realizar un gran evento y contar con efectos visuales a la altura. Hay que adaptarse a los tiempos que corren, y para preservar la atención del público y lograr la ansiada viralidad, estas pulseras se están volviendo indispensables. Todo indica que han venido para quedarse, por lo menos al más alto nivel de espectáculos. Y si la tecnología es capaz de revitalizar y dar un empujón a los acontecimientos en directo, siempre es una buena noticia.