Mediante la reciente aprobación del proyecto Prum II, el Parlamento Europeo ha autorizado el uso del reconocimiento facial a gran escala con fines policiales. Este es un punto de inflexión en la política de privacidad que lleva meses definiendo la Unión Europea. ¿Qué significa esto?
¿Qué es el proyecto Prum II?
El proyecto Prüm II es una propuesta de regulación presentada por la Comisión Europea, diseñada para mejorar la cooperación policial a través del intercambio automatizado de datos en la Unión Europea. Esta propuesta, busca agregar nuevas categorías de datos, incluyendo imágenes faciales de sospechosos, para facilitar la prevención, detección e investigación de delitos. Su intención es expandir el marco legal de tal forma que se pueda utilizar el reconocimiento facial para perseguir a criminales. Este marco permite a las autoridades de los Estados miembros intercambiar automáticamente datos esenciales como perfiles de ADN, datos dactiloscópicos y matrículas de vehículos, entre otros. La nueva propuesta también incluye provisiones para integrar sistemas como EPRIS (European Criminal Records Information System) para mejorar aún más el intercambio de información y la eficacia de las investigaciones policiales en el contexto de un aumento de las actividades delictivas transfronterizas.
El reconocimiento facial ha venido para quedarse
Mediante los resultados que hemos conocido esta semana, al aprobarse este proyecto con 451 votos a favor, 94 en contra y 10 abstenciones, parece que el uso policial del reconocimiento facial va a ser inevitable. La medida supone un antes y un después para los más de 600 millones de habitantes europeos cuyos datos biométricos ahora podrán ser recopilados y analizados por los cuerpos policiales. Para muchas personas, este es un paso preocupante con respecto a la privacidad ya que se trata de datos muy sensibles. Si cualquier organismo sufre una filtración o un ataque, estos datos podrían verse comprometidos. Al estar centralizados todos estos datos biométricos, ya hay voces de alarma que comparan la situación con el famoso Gran Hermano de 1984. Con el pretexto de investigar a personas sospechosas, ahora los cuerpos de policía podrán llevar a cabo una vigilancia casi omnipresente. Además, los ciudadanos europeos no podrán evitar el uso de sus datos retirando su consentimiento. ¿Hasta qué punto debemos renunciar a nuestras libertades en nombre de la seguridad?
Estas fueron algunas de las cuestiones que tuvimos la suerte de comentar con todo un experto en privacidad online en esta entrevista.