Este es el nombre de la campaña creada por las emprendedoras Nuria Sánchez y Laura Rincón con el fin de concienciar sobre el impacto del Black Friday en los pequeños negocios. Ya pudimos ver que esta fecha tan señalada para las ventas también tiene un lado oscuro. Pero gracias a su propuesta, existe una oportunidad de que los pequeños emprendedores puedan ganar visibilidad o incluso colaborar con otras marcas.
No todos pueden bajar los precios en el Black Friday
Esta es la premisa que ha motivado a estas dos emprendedoras a llevar a cabo una campaña colaborativa en Instagram para plantar cara al Black Friday. Como cuentan en el video, se encontraron con problemas para rebajar los precios según se acercaba el famoso viernes 24 de noviembre. Al fin y al cabo, los pequeños negocios muchas veces tienen márgenes muy pequeños y apenas pueden permitirse bajar los precios. Sobre todo, resulta muy difícil competir con las grandes plataformas que son capaces de realizar grandes descuentos debido a la economía de escala. Con “Un Black Friday diferente” animan a otros en la misma situación a compartir en los comentarios sus proyectos. De esta forma tan original, es posible que las pequeñas marcas adquieran visibilidad y encima puedan interactuar con otros emprendedores. Buscan que las marcas puedan de esta forma conectarse para hacer colaboraciones o por lo menos hacer networking. Recorriendo los comentarios, ya se pueden observar a varias marcas que cuentan lo que hacen y elogian el trabajo de otras. Desde luego, hay muchos proyectos fascinantes que pasan desapercibidos.
Una alternativa al Black Friday
Parece que este año estamos viviendo cierta saturación con respecto al Black Friday y lo que implica. Hay cierto cansancio frente a las campañas intensivas y de guerrilla que nos bombardean estos días. Muchos piensan que los descuentos no son verdaderamente rentables, y solo sirven para fomentar el consumismo y el crecimiento aún mayor de las grandes compañías. Por su parte, los pequeños negocios se sienten frustrados ante la impotencia de no poder competir contra las rebajas de precios y la pérdida de ventas potenciales. Pero desde luego, no están dispuestos a perder dinero por ser partícipes de esta absurda tradición o trabajar sin obtener nada. Por lo tanto, es coherente con esta sensación que surjan alternativas como la que proponen desde Regadera Studio y el Rincón del Podcaster. Seguro que muchas pequeñas empresas y consumidores conectan con sus palabras y se unen a la campaña colaborativa.