Según se ha podido saber recientemente el FBI ha estado persiguiendo al ex ingeniero de Google Linwei Ding ya que presuntamente habría robado más de 500 documentos confidenciales referentes a la infraestructura de IA de Google.
Ya lo han detenido y está acusado en el Estado de California de cuatro cargos.
El motivo, según se ha visto en los medios, es que secretamente trabajaba para dos startups de IA chinas. Beijing Rongshu Lianzhi Technology y Shanghai Zhisuan Technology
Un robo desde dentro
Ding (es ciudadano chino) trabajó en los sistemas de supercomputación de IA de Google y supuestamente subió dos años de datos a su cuenta personal de Google Cloud. Ding fue contratado por Google en 2019 y entre sus responsabilidades figuraba el desarrollo de este software.
Paralelamente fue contratado en secreto como CTO de una startup de IA en Beijing y fundó su propia empresa de IA con sede en Shanghai, ocultándolo todo a Google.
Al parecer Ding tendría a otro trabajador de Google que le permitía escanear su tarjeta de identificación en la oficina de Google en Estados Unidos para que pareciera que estaba allí cuando en realidad estaba en China.
Google empezó a sospechar y avisó al FBI.
Le podrían caer hasta 10 años a Linwei Ding y multas de hasta 250.000 dólares por delito.
Otro ejemplo del intento de China por hacerse con el mercado de la IA mundial
La lucha entre Estados Unidos y China por la Inteligencia Artificial (IA) está marcada por hechos que van desde el uso de armas autónomas en la guerra hasta el desarrollo económico generado por herramientas como ChatGPT. En esta era de IA, el poder nacional está experimentando una transformación significativa.
Sin embargo, aún es temprano para prever con precisión cómo esta tecnología influirá en el poder a largo plazo. Las tecnologías verdaderamente transformadoras necesitan décadas o generaciones para remodelar el poder y establecer un nuevo equilibrio.
Este caso de robo de software y tecnología probablemente no sea el último.