Los intentos de la plataforma para regular el contenido conspiranoico de QAnon hicieron que no apareciesen los videos de las protestas del gremio de actores y guionistas norteamericanos. TikTok pretende erradicar desde hace tiempo cualquier video que promueva las ideas ultraderechistas de la organización. Pero como hemos visto antes, moderar el contenido online es más complicado de lo que parece.
QAnon y TikTok
Para el que pueda no estar familiarizado con las descabelladas teorías que se difunden en EEUU, desde hace un tiempo ha surgido un movimiento pro-Trump que se llama QAnon. La teoría de la conspiración defiende que existe un estado en la sombra que lucha contra Donald Trump y sus seguidores, compuesto por actores de Hollywood, políticos y funcionarios de alto nivel. La organización surge en parte a raíz de otra teoría aún más disparatada que se llama Pizzagate, y que afirma que también existe una red de tráfico de niños por parte de estas personas con un gran poder. Frecuentemente ha sido utilizada para desacreditar a Hillary Clinton y Barack Obama por parte de los usuarios ultraderechistas. Principalmente es un movimiento online que proliferó en EEUU pero que se ha extendido a otros países como Reino Unido, Francia o Japón.
El expresidente ha contribuido en gran parte al crecimiento de esta peligrosa ideología retuiteando frecuentemente sus ideas. Por su parte resulta conveniente que se difundan ideas contra sus rivales políticos y que siembren desconfianza hacia el gobierno. Dada la batalla de desinformación que llevó a cabo esta organización en las elecciones presidenciales de 2020, y su influencia en el posterior asalto al capitolio, las principales plataformas comenzaron a luchar contra las cuentas y hashtags relacionados. Twitter borró muchas de las cuentas asociadas a QAnon y modificó sus algoritmos para que no promoviesen sus mensajes. De la misma forma, Facebook identificó a millones de seguidores entre sus grupos y páginas, por lo que se han esforzado por erradicar la teoría por completo de su red. Gradualmente ha perdido relevancia este movimiento, mientras sus seguidores han migrado a foros mucho más minoritarios.
Por su parte, TikTok también ha querido luchar contra las teorías de la conspiración que se difunden en su red y que pueden resultar ciertamente desagradables para muchos usuarios. Mediante su política contra la desinformación, pretenden regular el contenido como hacen otras plataformas e incluso ofrecer cierto nivel de fact-checking. Sin embargo, en su intento por censurar a QANon, han bloqueado los resultados de las búsquedas relacionadas con la huelga de actores y guionistas de Hollywood. La plataforma china con sus millones de usuarios activos ha sido clave para difundir contenido relacionado con la huelga, que se prolonga ya durante varios meses y que pretende mejorar las condiciones de cara a la irrupción de la IA en el mundo creativo. Desde TikTok han confirmado que se trataba de un error y ya han restablecido las búsquedas de tal forma que se vuelva a mostrar todo el contenido relacionado con la huelga que tiene a todo el mundo intrigado.
Las teorías de la conspiración online
En pleno siglo XXI resulta sorprendente que las teorías conspirativas sean una herramienta política y de desinformación tan poderosa. Con la viralidad que permiten las redes sociales online, estas peligrosas ideas se pueden difundir con suma facilidad, y parece que cuánto más rocambolescas son, más potencial tienen para triunfar. Desde hace años hemos visto un considerable progreso a la hora de regular este tipo de contenido, pero también supone un problema para muchos creadores de contenido, por ejemplo en YouTube. Si las restricciones son demasiado estrictas, pueden limitar la libertad de expresión y convertir muchos temas en un tabú. Mientras no supongan un peligro para nadie, pueden suponer una forma creativa y original que utilizan muchos canales para ganarse la vida. Pero las plataformas hacen bien en cercenar cuentas ya sea por contener imágenes explícitas o inapropiadas, promover ideas políticas radicales o discriminatorias, o difundir de forma deliberada información falsa. Hasta cierto punto, las teorías de la conspiración son inofensivas mientras no haya figuras como Donald Trump ejerciendo de altavoz para sus locuras.
Curiosamente, estas teorías se remontan mucho más atrás que internet. Como hemos visto tras la tragedia del submarino Titan, respecto al Titanic hay todo tipo de conjeturas que resultan cuanto menos sorprendentes. Pero también hay que mencionar grandes teorías con muchos adeptos como: El código Da Vinci, el asesinato de Kennedy, la llegada del hombre a la Luna, los Illuminati, Stonehenge, los Reptilianos, el Terraplanismo y el 11S entre otras. Hasta cierto punto, dudar de todo puede ser positivo para encontrar certezas y conocimientos nuevos. Hay quién puede ver las teorías conspirativas como una versión renovada de la duda cartesiana. Pero también es lógico llevarse las manos a la cabeza cuando figuras con cierta responsabilidad política o gran alcance online defienden estas teorías con capa y espada. Con el Covid se pudo apreciar el gran peligro que suponen para la sociedad las teorías negacionistas, en ocasiones promovidas por personajes públicos e influencers.