Ya hacía unas semanas que no veíamos a Elon Musk protagonizar alguna polémica, pero no ha tardado en volver a situarse en el ojo del huracán. En esta ocasión, se enfrenta a la justicia brasileña por atacar en X (Twitter) a un juez que combate la desinformación.
¿Qué está pasando entre Musk y Brasil?
El multimillonario detrás de X (Twitter), Tesla, SpaceX, Neuralink y muchas otras empresas se ha enfrentado estos días a la justicia brasileña. Esto ha sucedido públicamente a través de su red social, X. Todo comenzó cuando Musk recriminó a un juez por estar censurando a usuarios radicales de X en Brasil. Alexandre de Moraes lleva tiempo persiguiendo la desinformación y luchando por silenciar las voces más radicales del bolsonarismo. Pero todo lo que sea censurar, a Musk no le parece bien, y por eso ha atacado repetidamente a este juez. El empresario ha amenazado con devolverle su cuenta a varios de los perfiles de extrema derecha que habían sido censurados por sus ideas antidemocráticas. Musk ha dicho que está dispuesto a cualquier cosa con tal de lograr esto, incluso si eso conlleva el cierre de X en Brasil. «Ese juez ha traicionado descaradamente y repetidamente al pueblo brasileño y su Constitución. Debería dimitir o sufrir un impeachment» ha dicho Musk. Bolsonaro y sus simpatizantes han aclamado a Musk por su “lucha por la libertad de expresión”.
How did @Alexandre de Moraes become the dictator of Brazil? He has Lula on a leash 😂
— Elon Musk (@elonmusk) April 9, 2024
Pero el juez del Tribunal Supremo Federal no ha cedido ante las amenazas. Ha comenzado una investigación contra Musk por posibles delitos de obstrucción a la Justicia e incitación al crimen. También ha estipulado multas de casi 20.000 dólares por cada perfil que Musk reactive de forma irregular. Desde luego, Moraes se ha mostrado firme y muy indingando por lo que considera una violación de la soberanía brasileña. Además, su postura busca reafirmar que las redes sociales no son un territorio sin ley. Esto concuerda con la política que ha seguido Brasil en los últimos años para tratar de luchar contra la creación sistemática de noticias falsas, bulos y desinformación. No podemos olvidar que estos elementos siguen teniendo un poder tangible sobre los resultados electorales y la opinión pública. Sin duda, el enfrentamiento con Musk ha vuelto a situar el debate en el centro de la política brasileña.
The law applies to all, including @Alexandre. He should be on trial for his crimes. https://t.co/BuFnIzjMEy
— Elon Musk (@elonmusk) April 9, 2024
Brasil prohibe el uso de X
Tras la discusión que se estaba librando en redes entre Elon Musk y la justicia brasileña, finalmente el Tribunal Supremo del país latinoamericano ha prohibido X. Se estima que en Brasil hay en torno a 20 millones de usuarios de X (Twitter) que ya no podrán utilizar esta red social. Además, para los que quieran tratar de evitar esta restricción con el uso de una VPN, se han impuesto multas de hasta 8.000 euros. Sin embargo, esto no ha evitado que la demanda de VPNs aumente considerablemente en el país (se estima que un 1600%). Incluso Elon Musk ha ironizado sobre esto en su perfil, como no, añadiendo más leña al asunto. Aunque también es cierto que otras redes alternativas como Bluesky o Threads han alcanzado cifras récord de nuevos usuarios entre los usuarios brasileños. Desde luego, parece que el conflicto todavía está lejos de llegar a su fin.
— Elon Musk (@elonmusk) September 1, 2024
Elon Musk sigue cosechando tempestades
Nos hemos ido acostumbrando a los comentarios de lo más variopintos de Musk en redes sociales. Hasta cierto punto, su comportamiento impulsivo e impredecible se ha vuelto gradualmente menos relevante. Por ejemplo, ya no tiene ese poder sin precedentes sobre los inversores y su comportamiento que hace unos años podía hacer que las acciones de Tesla subieran o bajaran con un solo Tweet. Pero no podemos olvidar que sigue siendo una de las personas más poderosas y relevantes del mundo, y su opinión sigue siendo capaz de influir de forma directa en el mercado y la política internacional. Además, su cruzada en favor de la libertad de expresión tiene muchos grupos alrededor del mundo que buscan que Musk se sume a su causa. Este ha sido el caso de Bolsonaro y sus simpatizantes, pero también el de otros usuarios de X que a diario buscan el apoyo del magnate. La cuestión es que X (Twitter) no deja de ser un lugar donde sale a relucir lo peor de la sociedad, y donde se comparten las opiniones más llenas de odio. Musk con su constante reposteo de muchos de estos mensajes, contribuye (quizás no plenamente consciente) a que la red sea cada vez más similar a un campo de batalla. ¿Hasta dónde se puede justificar su empeño en lograr libertad de expresión global?