Desde luego, es una historia digna de película de Netflix, pero es una historia real. Si los teléfonos móviles tienen el aspecto y las funciones que tienen a día de hoy, es gracias a Fractus. Pero han tenido que luchar contra los principales fabricantes de móviles para que se reconozca su patente. Repasamos la fascinante historia y el futuro de la compañía Fractus.
Cómo Fractus y sus antenas cambiaron el curso de la historia
En 1999, nace una empresa tecnológica en Sant Cugat del Vallès, Barcelona. Sus fundadores son Carles Puente, desarrollador de las antenas fractales, y Rubén Bonet, presidente de la compañía. Gracias a las antenas fractales surge el nombre de Fractus, y una forma de integrar dentro de los teléfonos móviles las antenas. Recordemos que la primera generación de teléfonos móviles requería de una antena que sobresalía del teléfono para poder obtener conexión. Puente ideó la forma de introducir una pieza metálica geométrica que ofrecía la posibilidad de que funcionase simultáneamente en múltiples bandas.
Sin este invento, los móviles necesitarían varias antenas para realizar las funciones que hacen a día de hoy. Desde luego, tendrían un aspecto muy diferente, similar a un erizo. La tecnología de Fractus se acabó implementando en todos los teléfonos móviles que se han desarrollado desde entonces. Incluso está presente en el móvil que tienes ahora mismo. Pero el reconocimiento de su patente ha sido una larga lucha legal que continúa hasta el día de hoy.
La empresa catalana que ganó contra Samsung
Avanzamos hasta el año 2009, cuando Fractus demanda a los diez principales fabricantes de móviles por utilizar sus patentes sin permiso. Estamos hablando de las compañías más grandes y poderosas del mundo. Sin embargo, 9 de las 10 empresas llegaron a un acuerdo extrajudicial con Fractus por cifras desconocidas. Tan solo Samsung decidió ir a juicio y llevar a cabo una batalla legal que duró años. Pero el gigante coreano acabó perdiendo y tuvo que pagar 23 millones de dólares a Fractus. Después de este acontecimiento sin precedentes, la empresa catalana ha seguido cobrando derechos por permitir a otras empresas utilizar su tecnología. Ha logrado volverse rentable y factura millones gracias a que sus patentes se encuentran en el centro de los dispositivos que más se usan en el mundo.
Pero la batalla legal no terminó ahí, puesto que con los avances en conectividad 3G, 4G, y 5G su tecnología se ha vuelto más y más relevante. Descubrieron en 2016 que el 80% de las torres de telecomunicaciones de EEUU estaban infringiendo sus patentes. Fractus demandó a las cuatro principales operadoras de telecomunicaciones norteamericanas y logró alcanzar nuevos acuerdos. Desde entonces, siguen en diferentes frentes luchando por el reconocimiento de sus patentes y el correspondiente pago por su uso. Por ejemplo, recientemente ha demandado a dos empresas de alarmas estadounidenses, por también utilizar su tecnología. Al fin y al cabo, las antenas fractales son un componente que no para de crecer en importancia junto con los avances digitales.
La tecnología sigue creciendo a un ritmo vertiginoso, y ahora Fractus planea diversificar su estrategia y apostar por el IOT. El internet de las cosas promete seguir transformando el aspecto y el potencial de nuestros dispositivos. La empresa catalana no para de crecer y sigue reclamando su lugar en el mercado y la historia como una de las grandes tecnológicas.