Seguro que alguna vez has ido a uno de los más de 40,000 restaurantes de Mc Donalds que hay en el mundo y has interactuado con sus famosas pantallas verticales. Resulta que estos dispositivos son una parte clave para aumentar los beneficios de la franquicia de comida rápida más grande del mundo. Te contamos todo sobre este fascinante proceso que demuestra el poder del UX/UI.
Las claves del UX/UI que funcionan en Mc Donalds
Si alguna vez has usado una de estas pantallas, en seguida habrás reconocido algunas de las técnicas que emplea Mc Donalds para lograr que gastes más. Sin embargo, muchos de estos pequeños y sutiles trucos pasan desapercibidos. Y resulta que a la compañía le suponen unos beneficios multimillonarios. Concretamente, se estima que estas pantallas táctiles gigantes le han supuesto unas ganancias de 2.1 billones de dólares. Porque no solo sirven para que te animes a pedir unas patatas extra o un postre, sino que también aceleran enormemente la atención a los clientes. Estas pantallas empezaron a probarse en 2008 y a día de hoy se pueden encontrar en prácticamente todos los establecimientos de Mc Donalds en el mundo. Y muchas otras franquicias están incorporando pantallas similares dado su enorme éxito. En todo momento, tienes la sensación de que estás tomando decisiones racionales y que incluso estás ante un chollo. Pero en realidad, estás picando en un meditado proceso por parte de la compañía que busca exprimirte al máximo lo que vas a gastar. Y que funciona.
Cuando estás delante de una de estas pantallas, lo primero que puedes ver son todas las hamburguesas disponibles. Primero las más caras y llamativas, y si haces scroll hacia abajo las más baratas. Tanto en la presentación como en las imágenes utilizadas, las hamburguesas premium parecen más grandes y atractivas. Pero este menú te permite navegar de forma sencilla y fluida entre las distintas ofertas del menú, de tal forma que puedas realizar tu pedido rápidamente si buscas algo concreto. O que puedas explorar todo lo que hay disponible si tan solo tienes hambre y curiosidad.
Sin embargo, también te guía de forma inconsciente hacia añadir gastos adicionales, como un menú con patatas y bebida, un extra de nuggets, una salsa adicional o un postre. Además, la pantalla juega con su tamaño y la perspectiva. Por ejemplo, es mucho más probable que veas los productos que están a la altura de tus ojos, mientras que si tienes que agacharte para ver el precio, es menos probable que lo hagas. Además, te incentiva a pagar con tarjeta de crédito para no tener que perder más tiempo, algo que también beneficia al local para poder atender a más clientes. Todo esto lo hace con sutiles cambios de color y animaciones, que te “recompensan” por tomar las decisiones correctas.
¿Es ético que Mc Donalds haga esto?
Lo cierto es que hay numerosas voces críticas con respecto al modus operandi de las cadenas de comida rápida. Todos estos “trucos” que de forma subconsciente logran que los clientes gasten más, muchas veces también hace que pidan más comida de la que se pueden comer. O que aumenten considerablemente las calorías de su comida. Incluso haciendo que parezcan más sanas de lo que verdaderamente son muchas de sus opciones. Esto claramente supone un riesgo de cara a los clientes habituales o a las personas con problemas alimenticios. Pero lo más perturbador de este sistema, son los datos que recolectan estas pantallas de los consumidores. En el fondo, son un test A/B constante que se prueba con millones de consumidores al día. De esta forma, Mc Donalds es capaz de recolectar una cantidad ingente de datos sobre cómo lograr que las personas gasten más. Incluso, en un futuro no tan lejano, podrían adaptar las ofertas y la interfaz de las pantallas a cada persona. Y así crear un menú completamente irresistible en base a los gustos de cada consumidor. ¿Te gustarían unas patatas fritas con eso?